Echando un vistazo sobre la ejecución de gastos de los Presupuestos de la ciudad de Leganés de 2010, se puede ver que el alcalde, el "socialista" Rafael Gómez Montoya, lejos de aplicarse la bajada de salario que el Pleno municipal acordó el pasado mes de julio, se lo ha subido nada menos que 20.000 euros anuales.
Y no es, precisamente, que Montoya gane poco dinero, figura entre los alcaldes mejor pagados de España. Antes de la bajada de sueldos de un 10% que, con motivo de la crisis económica, el Pleno leganense decidió acometer para todos los cargos públicos, Montoya se embolsaba la respetable cantidad de 81.000 euros brutos anuales. Esta cantidad, similar a la del alcalde de San Sebastián o a la del presidente de la Xunta de Galicia, debería haberse quedado en algo menos de 77.000 euros.
Eso, si se hubiese producido la bajada, que, según parece ser que no. A 10 de diciembre el alcalde ya habría cobrado 86.624 euros y el ayuntamiento tenía pendiente de pago 10.376 euros, lo que pondría el salario anual del alcalde en 97.000 euros clavados, 20.000 más de lo que debiera haberse presupuestado tras el recorte veraniego. 97.000 euros es mucho dinero en política. El presidente del Gobierno, por ejemplo, gana unos 90.000 y alcaldes de grandes ciudades como Valencia, Zaragoza o Bilbao rondan los 92.000.
Debe de ser el primer y único caso en toda España, y quizá en el mundo, en el que un alcalde se baja 4.000 € euros el sueldo subiéndose al mismo tiempo 20.000 €.
Y no es, precisamente, que Montoya gane poco dinero, figura entre los alcaldes mejor pagados de España. Antes de la bajada de sueldos de un 10% que, con motivo de la crisis económica, el Pleno leganense decidió acometer para todos los cargos públicos, Montoya se embolsaba la respetable cantidad de 81.000 euros brutos anuales. Esta cantidad, similar a la del alcalde de San Sebastián o a la del presidente de la Xunta de Galicia, debería haberse quedado en algo menos de 77.000 euros.
Eso, si se hubiese producido la bajada, que, según parece ser que no. A 10 de diciembre el alcalde ya habría cobrado 86.624 euros y el ayuntamiento tenía pendiente de pago 10.376 euros, lo que pondría el salario anual del alcalde en 97.000 euros clavados, 20.000 más de lo que debiera haberse presupuestado tras el recorte veraniego. 97.000 euros es mucho dinero en política. El presidente del Gobierno, por ejemplo, gana unos 90.000 y alcaldes de grandes ciudades como Valencia, Zaragoza o Bilbao rondan los 92.000.
Debe de ser el primer y único caso en toda España, y quizá en el mundo, en el que un alcalde se baja 4.000 € euros el sueldo subiéndose al mismo tiempo 20.000 €.