No hay una cifra exacta. Oscila entre 400 o 700. Son hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que tienen al menos dos cosas en común: murieron asesinados por defender el régimen legalmente constituido de la Segunda República, y sus restos descansan bajo el cemento que hace de suelo del viejo camposanto de Cádiz. En fosas comunes o en sepulturas. Allí fueron arrojados. Asociaciones como la de la Memoria Historia o la conformada más recientemente por partidos, sindicatos y entidades ciudadanas de Cádiz, piden ahora la recuperación de los restos "para darles una sepultura digna, como señal de agradecimiento por lo que sufrieron y, también, para cerrar heridas".
No hay una cifra exacta. Los más de 400 que aporta la propia Cemabasa, según un estudio encargado por el propio Ayuntamiento, se basan en deducciones. Aunque los libros del camposanto son bastante completos "apenas hay dos o tres junto a cuyos nombres viene consignados que murieron tras ser fusilados". El resto: se deduce por el tipo de heridas recibidas, por la causa de la muerte y, sobre todo, por el lugar de donde procedían los ya cadáveres: los fosos de las murallas y las inmediaciones de la plaza de toro, lugares elegidos por los golpistas para acabar con sus 'enemigos'.
Igualmente, desde Cemabasa se destaca que "no hay un lugar concreto para estos enterramientos", como sí ha pasado en otros cementerios del resto del país. La misma falta de espacio del término urbano se dejaba notar en el propio cementerio, por lo que se ocupan los huecos que estaban vacías. Sólo se conocen dos fosas comunes de 10 x 17 y 2 metros de fondos a la que iban cuerpos de todas las procedencias: desde los fusilados a personas de la ciudad sin recursos. Y cuando se llenaban se exhumaban y se metían los restos en osarios para abrir hueco. Así, no existe una idea exacta de los restos que descansan en estas dos fosas abiertas en el pasado siglo en el patio número 1 del camposanto.
Otros restos descansan en sepulturas bajo tierra que, ciertamente muy bien construidas, eran ocupadas por entre seis y catorce cuerpos. Aunque hay documentación sobre estos restos se asume que los libros no son fiables al cien por cien, "ya que en alguna exhumación realizada se han llegado a localizar más cadáveres de los que venían en los libros".
La Plataforma que aboga por la recuperación de todos estos restos ha llegado a acudir incluso al comisario de la Memoria Histórica de Andalucía, Juan Gallo, que ha ofrecido su colaboración al Ayuntamiento de Cádiz. En este sentido, destaca que en Málaga "se han firmado acuerdos que están permitiendo exhumar muchos cuerpos. No sabemos si tanta lentitud se debe a cuestiones económicas. Si es así, nos consta que la Junta correría con los gastos. Pero el cementerio está muy documentado y aún quedan vivos familiares que saben dónde están muchos de estos restos".
En todo caso, las peticiones de exhumación se cuentan con los dedos de una mano a pesar de que desde hace meses es un tema de actualidad. Este silencio de los posibles familiares a que "desconozcan muchos que están enterrados en Cádiz" e incluso al miedo que hizo callar a buena parte de ellos durante décadas. Eso sí, la Plataforma tiene claro que "los que no tengan familiares serán reclamados por nuestra organización para darles una sepultura digna".
No hay una cifra exacta. Los más de 400 que aporta la propia Cemabasa, según un estudio encargado por el propio Ayuntamiento, se basan en deducciones. Aunque los libros del camposanto son bastante completos "apenas hay dos o tres junto a cuyos nombres viene consignados que murieron tras ser fusilados". El resto: se deduce por el tipo de heridas recibidas, por la causa de la muerte y, sobre todo, por el lugar de donde procedían los ya cadáveres: los fosos de las murallas y las inmediaciones de la plaza de toro, lugares elegidos por los golpistas para acabar con sus 'enemigos'.
Igualmente, desde Cemabasa se destaca que "no hay un lugar concreto para estos enterramientos", como sí ha pasado en otros cementerios del resto del país. La misma falta de espacio del término urbano se dejaba notar en el propio cementerio, por lo que se ocupan los huecos que estaban vacías. Sólo se conocen dos fosas comunes de 10 x 17 y 2 metros de fondos a la que iban cuerpos de todas las procedencias: desde los fusilados a personas de la ciudad sin recursos. Y cuando se llenaban se exhumaban y se metían los restos en osarios para abrir hueco. Así, no existe una idea exacta de los restos que descansan en estas dos fosas abiertas en el pasado siglo en el patio número 1 del camposanto.
Otros restos descansan en sepulturas bajo tierra que, ciertamente muy bien construidas, eran ocupadas por entre seis y catorce cuerpos. Aunque hay documentación sobre estos restos se asume que los libros no son fiables al cien por cien, "ya que en alguna exhumación realizada se han llegado a localizar más cadáveres de los que venían en los libros".
La Plataforma que aboga por la recuperación de todos estos restos ha llegado a acudir incluso al comisario de la Memoria Histórica de Andalucía, Juan Gallo, que ha ofrecido su colaboración al Ayuntamiento de Cádiz. En este sentido, destaca que en Málaga "se han firmado acuerdos que están permitiendo exhumar muchos cuerpos. No sabemos si tanta lentitud se debe a cuestiones económicas. Si es así, nos consta que la Junta correría con los gastos. Pero el cementerio está muy documentado y aún quedan vivos familiares que saben dónde están muchos de estos restos".
En todo caso, las peticiones de exhumación se cuentan con los dedos de una mano a pesar de que desde hace meses es un tema de actualidad. Este silencio de los posibles familiares a que "desconozcan muchos que están enterrados en Cádiz" e incluso al miedo que hizo callar a buena parte de ellos durante décadas. Eso sí, la Plataforma tiene claro que "los que no tengan familiares serán reclamados por nuestra organización para darles una sepultura digna".