El domingo 9 de enero, miembros de la Solfed ( AIT ) se unieron a la marcha en Witney, Oxfordshire, circunscripción electoral del primer ministro británico, David Cameron. La marcha, fué organizada contra la privatización de correos y recortes de austeridad. La Solfed representada por compañeros de los nuevos locales del valle del Támesis, así como de Liverpool y Londres entregaron panfletos defendiendo los métodos anarcosindicalistas de lucha y folletos de introducción a la Solfed, que fueron bien recibidos por los manifestantes.
Uno de los objetivos de la protesta fue la de luchar hasta el miércoles 12, cuando los planes para privatizar el Correo Real tenga su tercera lectura en el Parlamento. Esta medida probablemente se traducirá en recortes de empleos, un ataque a las condiciones de trabajo y un servicio menos fiable para el público. El proyecto de ley probablemente pasará por el Parlamento con éxito, pero la lucha para derrotarlo no debe terminar aquí: la acción directa puede lograr hacer los cambios imposibles de cumplir.
La manifestación en sí fue bastante animada y muy concurrida, con asistencia de unas 500 a 1000 personas. Sin embargo, al sumarse una serie de dirigentes "sindicales" afines al Estado, así como un importante miembro del Partido Laborista (que recibieron una recepción decididamente fría), en el mitin final, la gente poco a poco comenzó a alejarse del lugar dejando sólo al último orador que subió al estrado.
En conclusión, se echó un buen día fuera, donde la SolFed logró hablar con los trabajadores y da algunos pequeños pasos en la difusión del mensaje del anarcosindicalismo.
Uno de los objetivos de la protesta fue la de luchar hasta el miércoles 12, cuando los planes para privatizar el Correo Real tenga su tercera lectura en el Parlamento. Esta medida probablemente se traducirá en recortes de empleos, un ataque a las condiciones de trabajo y un servicio menos fiable para el público. El proyecto de ley probablemente pasará por el Parlamento con éxito, pero la lucha para derrotarlo no debe terminar aquí: la acción directa puede lograr hacer los cambios imposibles de cumplir.
La manifestación en sí fue bastante animada y muy concurrida, con asistencia de unas 500 a 1000 personas. Sin embargo, al sumarse una serie de dirigentes "sindicales" afines al Estado, así como un importante miembro del Partido Laborista (que recibieron una recepción decididamente fría), en el mitin final, la gente poco a poco comenzó a alejarse del lugar dejando sólo al último orador que subió al estrado.
En conclusión, se echó un buen día fuera, donde la SolFed logró hablar con los trabajadores y da algunos pequeños pasos en la difusión del mensaje del anarcosindicalismo.
