martes, 1 de marzo de 2011

Lo dicho: la cabra siempre tira para el monte


La iniciativa de rebajar el límite de velocidad en España, con el objetivo de ahorrar combustible y reducir el consumo de energía, no es nueva ni original de Zapatero, sino del fascista Franco. No fue hasta los últimos años de la dictadura, en abril de 1974, cuando el Gobierno impuso la primera obligación de la historia del país de circular por debajo de una velocidad determinada: 130 kilómetros por hora en autopistas.
En 1973, muchos países establecieron medidas para frenar su dependencia exterior de carburantes
El argumento para establecer aquel primer límite de velocidad fue el mismo que, 37 años después, ha vuelto a emplear Zapatero para reducirlo hasta los 110 km/h: ahorrar combustible en épocas complicadas de abastecimiento. Los efectos de la «Primera crisis del petróleo», que había comenzado pocos meses antes y causaba verdaderos estragos en la economía, llevó a muchos
El decreto franquista
El decreto número 951, del 5 de abril de 1974, lo explicaba claramente: la medida se debía «a motivos de seguridad vial u otros de interés nacional, entre los que se hallan los derivados de la situación actual en orden a la economía de carburantes». «Parece oportuno –añadía– limitar la velocidad de los vehículos bajo el signo de la escasez de energía y a título experimental de los efectos que de tal medida se deriven».
El límite de 130 km/h estuvo vigente hasta 1976, año en el que se redujo a 100 km/h
El límite de 130 km/h estuvo vigente hasta 1976. Ese año, en plena Transición, el mundo volvía a sufrir graves problemas energéticos, alcanzando el barril de petróleo un precio de hasta 93 dólares. El Gobierno de Arias Navarro ( El carnicero de Málaga) volvió a reducir el límite máximo de velocidad, esta vez hasta los 100 km/h, el más bajo de la historia de España. «Con esta medida se pretende, como se sabe, un ahorro en el consumo de carburante».
Cinco años estuvo vigente este límite. Con el final de la segunda crisis del petróleo–que en 1979 volvió a causar estragos en mucho países a causa de la revolución iraní y la Guerra Irán-Irak, y que provocó que el precio del petróleo se multiplicara por 2,7– el límite máximo de velocidad ascendió hasta los 120 km/h. Era una consecuencia de la normalización de la situación y la bajada generalizada de precios por parte de los países productores.