Con un porcentaje escandaloso de paro en la comarca que llega al 32%, un 10% más que la media de Galicia, con dos de los mejores astilleros del mundo y con una mano de obra en grado sumo cualificada, pero sin un solo barco que comenzar a construir en las gradas; con los polígonos industriales comidos por las malas hierbas y el vórtice especulativo; con la emigración como el menos oscuro de los futuros; la clase obrera de Ferrol y entre ella la CNT-AIT vuelve a decir una vez más que no, que de ningún modo, que no hay lugar para la resignación y que continúa la lucha por nuestros derechos, como se hizo siempre, con la huelga como herramienta, con la unidad en las calles y nuestros piquetes informativos, como lo hicimos a principios del siglo XX, como se continuó haciendo en marzo del 72 y como se continúa haciendo hoy en día.