sábado, 6 de octubre de 2007

Lejías, Geos y paracas.... ¿Quién los pagó?


Paracaidistas del Ejército español, soldados de la Legión y miembros del GEO conocen desde dentro gran parte de los secretos que blindan a Blackwater, la empresa de seguridad privada de EEUU cuestionada por su agresividad en Iraq. Antiguos militares y policías de nuestro país engrosaron las filas de este ejército de mercenarios desde el año 2002 al menos hasta que nuestras tropas se retiraron del país árabe, en mayo de 2004. Según se ha podido saber , el principal contratista de seguridad privada del Gobierno de Bush “acudió a empresas de seguridad privadas de nuestro país ante la necesidad apremiante de mano de obra” que tenía entonces, como confirman colaboradores del ex ministro de Defensa Federico Trillo, entonces en el cargo. Miembros del GEO pidieron una excedencia temporal que permite volver a las filas de la Policía En aquellos meses de 2002, Blackwater inició su despegue y multiplicó por siete los contratos federales hasta superar los 25 millones de dólares en un año. Fue entonces cuando militares procedentes de la Brigada de Paracaidistas y los Tercios de la Legión fueron reclutados para reforzar las filas del grupo de mercenarios. “Eran militares de élite retirados que tenían experiencia sobre el terreno y que conocían el lugar por haber realizado operaciones en Iraq”, explican las mismas fuentes. Alrededor de dos docenas de antiguos militares, todos ellos procedentes de los niveles bajos entre los uniformados, ingresaron en la empresa. Tras superar unos cursos en los que se familiarizaban con procedimientos que perfilaron su disciplina militar hacia labores de protección, los españoles viajaban a Iraq para participar en las tareas de seguridad. Sin embargo, la retirada de nuestras tropas dañó las relaciones de privilegio con los contratistas estadounidenses, y el acento español desapareció lentamente entre los mercenarios, como señala un asesor del entonces ministro. Pagas de 700 euros al día Las botas castrenses españolas no fueron las únicas de nuestro país que se unieron al paso de Blackwater, contratado para la protección de personal diplomático. Miembros de los geos, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía (GEO) pidieron la excedencia durante aquel mismo periodo para ingresar en la compañía, según explican desde el cuerpo. Los más de 700 euros que ofrecía al día la firma eran un anzuelo afilado, pero también dorado, para los aspirantes. Las mismas fuentes no se atreven a concretar el número de efectivos, que pasaban desde sólo unos meses hasta dos años en el extranjero, aunque apuntan que no era un número elevado. El comisario jefe del cuerpo, Félix Antolín, que tomó posesión superado el ecuador de la presencia española en Iraq, niega que en su mandato alguien haya pedido una excedencia. Militares y policías formaron parte del mismo cuerpo que ahora se encuentra cuestionado por el Congreso de EEUU después de que fueran acusados de matar a nueve civiles iraquíes. Un informe del comité de Supervisión y Reforma del Gobierno asegura que empleados de Blackwater han disparado primero en el 80% de los 195 ataques en los que han participado. De esta manera, la firma sobrepasó el contrato que sólo les autoriza para usar la fuerza en casos de defensa propia. Además, un e-mail interno de la compañía reveló que tropas españolas ya fueron testigos del abuso de poder de los mercenarios en abril de 2004, cuando nuestro contingente fue apoyado por los pistoleros en una misión de combate en Nayaf. En la foto, a ritmo de ' yo me arranco la cabeza por cualquiera', lejías ibericos.