martes, 26 de abril de 2016

Confederación Regional de Levante: Declaración de intenciones



La Confederación Regional de Levante, constituida por los sindicatos de Albacete, Alcoy, Elda, La Marina Alta, Sagunto, La Plana y La Safor, tiene el acuerdo y la obligación moral de declarar las siguientes aseveraciones y consideraciones propositivas emanadas de todas nuestras asambleas, conferencias y plenos posteriores al proceso de desfederación inorgánica.

En primer lugar, como sindicatos y afiliadxs desfederados en fraude, contra toda normativa y moral libertaria (decisión que encima se tomó gracias a unos informes sesgados, elaborados por los “observadores” del anterior SPCC, hoy expulsados por ser unos corruptos), seguimos constituyendo la Regional de Levante de CNT-AIT, en tanto que nunca dejamos de serlo.

En segundo lugar, consideramos que muchos de los acuerdos que se han tomado en la CNT en la última década apartan a la Confederación del anarcosindicalismo y de sus propios Principios, Tácticas y Finalidades; y la llevan por una senda que no sabemos dónde terminará, pero sí estamos convencidos de que la aleja del sindicalismo revolucionario. No creemos necesario extendernos mucho, pero no podemos dejar de enumerar algunos de estos cambios:

• Aumento del número de afiliadxs para constituir un sindicato y obligación de pasar un año como núcleo confederal antes de poder constituirse como sindicato, aun teniendo
afiliación suficiente. Esto supone un ataque al federalismo y una centralización de la capacidad de decisión en torno a las grandes ciudades y núcleos de población.

• Cambio del sistema de votación para favorecer la formación de mayorías simples, en lugar de forzar la búsqueda del consenso.

• Cambio progresivo del modelo de sindicato de militantes hacia el modelo de sindicato de servicios, centrándose únicamente en conseguir toda la afiliación posible aunque no se traduzca en militancia, renunciando por completo a la acción directa, a la implicación de lxs propixs trabajadorxs en las luchas, etc. El mejor ejemplo de esto es el SOV de Valencia, que declara tener 180 afiliadxs pero que en sus asambleas no es capaz de reunir más de doce personas habitualmente, según uno de los últimos expulsados de dicho SOV.

• Importancia desmesurada a la capacidad de cotizar, llegando a quitarle el voto a los sindicatos si sus militantes tienen problemas para pagar la cuota; e incluso recurriendo a cobrar a lxs afiliadxs y a las regionales a través de extractos bancarios mensuales

automáticos, lo cual supone una flagrante contradicción con nuestros principios anticapitalistas, además de ser completamente innecesario.

• Sustitución del Gabinete de Jurídica y Pro-Presos por un Gabinete Técnico Confederal que deja de lado a lxs presxs, al centrarse únicamente en conflictos laborales. Este Gabinete supone una sangría económica terrible para los sindicatos, y en la mayoría de los casos sólo realiza funciones de consultoría, que se podrían llevar a cabo de otras formas más económicas y eficientes. Esto además implica la existencia de trabajadorxs contratadxs por la CNT, lo cual pone a la Confederación en el rol de explotadora.

• Carácter cada vez más vertical y menos horizontal en la toma de decisiones, con Plenarias de los Comités que hacen propuestas y toman decisiones, dejando a las asambleas únicamente el papel de ratificarlas o no. Esto fue lo que sucedió durante nuestro proceso de desfederación, sin ir más lejos. La consecuencia inevitable de esta deriva se está viviendo recientemente, en forma de “irregularidades” en la Tesorería.

• Frentepopulismo aberrante que, además de convocar campañas y actos con sindicatos subvencionados como la CGT, ha llegado a degenerar en compartir sede innecesariamente con partidos políticos como Podemos (y sus marcas blancas) o la CUP, o a hacer doble militancia en dichos partidos políticos y la CNT al mismo tiempo.

• Enfrentamiento con la AIT porque ésta se niega a aceptar las propuestas de la CNT, que no se conforma con abandonar su idiosincrasia y sus históricas características, sino que además intenta arrastrar a la Internacional consigo y, cuando ve que no lo consigue, se plantea abandonarla o “refundarla”.

• Expulsión de quienes no comulguen con este cambio de rumbo, utilizando diversas excusas. En nuestro caso fueron supuestos incumplimientos de la normativa orgánica, si es que se los puede calificar de tal cosa, ya que continuamente hay Regionales que obran del mismo modo sin que esto suponga un problema. En el caso de otrxs compañerxs, las excusas son diferentes. El motivo real es que hay que purgar a quienes luchan por conseguir que la CNT siga siendo lo que siempre ha sido.

Podríamos seguir, pero no lo creemos necesario. A fin de cuentas, entendemos que lxs compañerxs y sindicatos a los que esto se dirige ya son plenamente conscientes de la deriva posibilista que está tomando la CNT. En lo que queremos centrarnos es en las propuestas de solución para este problema.

La CNT no puede ser esa caricatura de sindicato que premeditadamente deforma paso a paso, congreso a congreso, sus líneas y categorías que siempre la han definido: su internacionalismo, su solidaridad, su acción directa, su federalismo y su autonomía. No es asumible pararse a mirar cómo cambian el fondo e imagen de nuestra Gloriosa hacia el reformismo finalista, el sindicalismo de servicio, centralizado, insolidario, pactista, corrupto y amarillo. Esa no es la CNT, ni dejaremos que lo sea.

Ante el despropósito y descrédito de los distintos comités responsables de estas anomalías y de la intencionada desviación de la trayectoria anarcosindicalista y fraternal de la organización, declaramos nuestra intención y deseo de reestructurar la CNT desde abajo, junto a los sindicatos que aún mantengan un mínimo de coherencia en la teoría y la práctica revolucionaria.

Por ello, hacemos un llamamiento a los sindicatos para que tomen posicionamiento claro respecto al secuestro de la CNT y al desarme premeditado de sus principios, tácticas y finalidades. Proponemos la organización en Regionales de los sindicatos anarcosindicalistas, hoy dentro o fuera de esa CNT; para que, con la ya reorganizada Regional de Levante, se presente una Confederación Nacional del Trabajo representante de los principios de la AIT en el territorio del estado español. Esto no implicaría necesariamente la salida de esa “CNT secuestrada” por parte del sindicato que así lo estimase oportuno, a la espera de un (a nuestro juicio) improbable cambio de dirección o de ser expulsados sin ahorrarles el trabajo.

Reestructuremos nuestra CNT entre quienes nos sentimos parte de ella en coherencia. Constituyamos la CNT organizada como Confederación de Regionales al margen de quienes no son anarcosindicalistas aunque se reivindiquen como tal; reorganicemos Regionales y vayamos desde una Conferencia Nacional de Sindicatos hacia un proceso Congresual que reafirme el anarcosindicalismo y la AIT en el territorio que ocupa el estado español y que dote de forma y dimensión revolucionaria a la CNT que nos une hacia unos objetivos revolucionarios y con unos medios en estricta consonancia. Trabajemos, definámonos y defendámonos desde abajo, unidos, como nos es propio, sin vanguardismos.

Aquí no ha fallado el anarcosindicalismo, ni siquiera podemos achacarlo en lo fundamental a errores estructurales de la CNT: hemos fallado sus militantes, en cuanto a la falta de respuesta moral, clara y eficaz ante las agresiones sufridas. Sabiéndonos también en parte responsables, ahora planteamos este paso adelante que queremos dar juntos. Creemos que es momento de plantar cara firmemente, superando errores y pasadas dejaciones, pues aprendemos de ellos para seguir en nuestro camino: el que mejor entendemos que nos puede acercar a una vida en anarquía.

La situación creada tras los últimos congresos de la CNT y la relación con la AIT acelera la necesidad de tomar una iniciativa activa en defensa del anarcosindicalismo, y esto nos parece en toda medida improrrogable. Levante pedirá formalmente la adhesión a la Internacional, no

sólo porque se nos ha excluido de las últimas decisiones Confederales vinculantes que posicionan a la CNT contra la AIT, mientras paralelamente hacen guiños cómplices hacia organizaciones antagonistas al anarcosindicalismo; también porque entendemos que la defensa del anarcosindicalismo lleva implícita la defensa de la AIT.

Quien realmente crea que nuestra herramienta ya no es la suya, tiene y ha tenido siempre las puertas abiertas para marcharse a otras organizaciones, sin odios ni rencores; lo que no es de recibo es dinamitar la esencia y significado de la CNT para convertirla en una careta carnavalesca, porque además para eso ya existe la CGT y su “anarcosindicalismo domesticado”. Vicios autoritarios, si bien no directamente órdenes, prebendas o promesas de signo parlamentario, han arraigado en la CNT, hoy liderada hacia la vergüenza; y estamos decididxs a llegar donde sea necesario para contrarrestarlo, no en vano nosotrxs somos la CNT y el anarcosindicalismo sigue siendo la mejor herramienta que conocemos.

Salud y revolución social anarquista.

¡Viva la CNT! ¡Viva la AIT!