jueves, 24 de agosto de 2017

La desforestación tropical, nuevo ingrediente secreto de Burger King



La destrucción de las tierras forestales y de sabana tropical, según el informe, se concentra en los bosques de las tierras bajas de Bolivia y el Cerrado brasileño, donde el ritmo de la deforestación está ahora superando a la del Amazonas
Burger King no ha adoptado ninguna política seria para proteger los ecosistemas, pues las empresas que le suministran alimentos a su ganado han sido vinculadas a la destrucción de bosques y praderas, los cuales son hábitats para la vida silvestre como los perezosos, los jaguares, los osos hormigueros gigantes y otras especies, revela un nuevo informe.

La organización Mighty Tierra dice que las pruebas obtenidas a partir de aviones no tripulados, imágenes satélite, mapas de la cadena de suministro y de investigación de campo, muestran un patrón sistemático de los bosques en llamas.

Los agricultores locales llevan a cabo quemas en los bosques para cultivar soja para los proveedores de Burger King Cargill y Bunge, los únicos dos operadores agrícolas que se sabe que operan en la zona. Las conexiones son muy claras. Bunge y Cargill suministran a Burger King y otros vendedores grandes de carne con el grano.

Uno de los proveedores de Burger King compra soja a Bunge que se origina en el Cerrado de Brasil, de acuerdo con los datos de las materias primas proporcionadas por el Instituto de Empresa de Estocolmo.
 
Cargill también ha patrocinado la convención anual de Burger King en 2015 y donado una suma de cinco cifras a la Burger King Fundación McLamore en 2014.

 
Con el fin de examinar el impacto de las operaciones de Burger King, el estudio se centra en la fuente principal de la mayoría de su carne: la soja que alimenta el ganado que la empresa utiliza para hacer sus comidas. La soja es un importante ingrediente básico de la carne del mundo. Aproximadamente tres cuartas partes de la soja del mundo se destinan a la alimentación animal.

Esta producción de soja ha dejado una ha dejado una cicatriz enorme en la superficie de la Tierra. Más de un millón de kilómetros cuadrados de nuestro planeta, equivalente a la superficie total combinada de Francia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos, están dedicados al cultivo de la soja.

De acuerdo con el estudio, Burger King obtuvo una puntuación de cero en la tabla de puntuación de 2016 de la Unión de científicos preocupados de los perfiles de la deforestación de los principales vendedores de carne de res, estando significativamente rezagado de otros actores importantes como Wal-Mart, McDonald’s y Wendy’s.

Para esta investigación, la organización Mighty Tierra visitó 28 localidades repartidas a lo largo de 3 mil kilómetros en Brasil y Bolivia, en donde la producción de soja a gran escala está alimentando la deforestación masiva.

A través de la frontera sudamericana encontraron las huellas de las principales empresas comerciales que dominan la agricultura mundial y que abastecen a Burger King y otras empresas de alimentos. Comerciantes como las empresas americanas Cargill, Bunge y ADM compran el grano, construyen los silos y carreteras, proveen fertilizantes a los agricultores y hasta financian las operaciones de desmonte de tierras.

IMPACTO EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS

El estudio arroja que las poblaciones indígenas y locales sufren frecuentemente las consecuencias de la deforestación.

Bolivia tiene la más grande proporción de pueblos indígenas de toda Latinoamérica. Cerca del 40 por ciento de su población se identifica como indígena, según el censo de 2012. La mayoría de la población restante es de descendencia mixta entre indígenas y europeos. Muchas de las comunidades indígenas viven en los bosques y dependen de ellos para su alimentación, agua, refugio y supervivencia cultural.

De acuerdo con el texto, los productores de soja, los ganaderos y los intereses ilegales de la explotación maderera han utilizado frecuentemente la violencia para desplazar de sus tierras ancestrales a grupos de las tierras bajas, como el pueblo Guaraní.

En la actualidad los bosques han sido talados, y los ayoreos (grupo étnico del Gran Chaco que vive en un área entre los ríos Paraguay, Pilcomayo y Parapetí que se extiende entre Bolivia y Paraguay) se encuentran aislados y rodeados por campos de soja, con sus tierras de caza tradicionales propiedad ahora de las empresas extranjeras y sus cultivos exportados al exterior. Los aviones vuelan sobre sus cabezas y fumigan con pesticidas para la soja a unos cientos de metros de pueblos indígenas.

“Con demasiada frecuencia es allí donde termina la cadena mundial de suministro de carne: con una comunidad expulsada de sus tierras, sus bosques talados y viviendo una existencia precaria aislada de su pasado y sin un futuro claro”, menciona el informe.

+INFO: http://www.mightyearth.org/mysterymeat-spanish/