viernes, 26 de abril de 2019

Ha fallecido Pastora Dominga Gonzalez, luchadora incansable



Pastora Dominga Gonzalez, madre del ex-preso anarquista Xosé Tarrío, falleció la noche del 24 a causa de un infarto. Luchadora incansable contra las cárceles, madre coraje, mujer solidaria de gran carácter y gran corazón, la muerte de Pastora deja un vacío enorme en la lucha anticarcelaria y en el movimiento anarquista.

Impulsora de la Asociación ‘Nais contra a impunidade’ (Madres contra la impunidad) continuó la lucha tras la muerte de su hijo, denunciando el sistema carcelario, la impunidad de carceleros y fuerzas de seguridad.

Su hijo Xosé Tarrío nos acercó la dura realidad del régimen FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento) a través de su libro “Huye hombre, huye. Diario de un preso FIES”.

Un libro que marcó a toda una generación al relatar detalladamente las vejaciones, torturas, malos tratos y las duras condiciones de vida de los presos FIES, así como las fugas y motines que protagonizó.

Tarrío ingresó en prisión por delitos comunes, pero en la cárcel fue adquiriendo conciencia política anarquista, exadicto a la heroína y diagnosticado de SIDA, pasó 17 años en prisión, tiempo en el cuál recorrió muchos de los centros de exterminio del Estado español.

Fue excarcelado en 2004 ante su deteriorado estado de salud, pero pasó sus últimos meses de vida en el hospital, en octubre de ese año entró en coma y falleció en Enero de 2005 a causa de una parálisis cerebral. Tras su muerte se realizaron manifestaciones a lo largo de todo el estado español.
 
 
 
Su madre, Pastora, al leer el libro y ser consciente de la situación que estaba viviendo su hijo, regresó a Galicia desde Suiza, adonde había emigrado, para apoyar a su hijo e involucrarse en la lucha contra las cárceles llegando a convertirse en todo un referente en la denuncia de las torturas, los malos tratos y la propia existencia de las prisiones.
 
Desde CNT -AIT de Cádiz y Chiclana, nuestro más sincero pésame a familiares y amigos
Seguiremos luchando por un mundo sin prisiones.
Que la tierra te sea leve, Hasta siempre compañera