lunes, 5 de agosto de 2019

Contra el sindicalismo prostitucional


Los sindicatos CCOO y CGT y, lamentablemente, algunos de la CNT se plantean abrir secciones sindicales para “trabajadoras sexuales”. Estos sindicatos se presentan como defensores de los derechos y libertades de las mujeres prostituidas y se alzan contra todas las voces discrepantes. Son progres que le quieren dar un baño de respetabilidad al burdel.  

Parten de la base de que van a luchar por los derechos de mujeres que libremente eligen vender su libertad sexual a cambio de dinero. 

Eliminadas las mujeres con adicciones, las que han sido víctimas y pueden haber desarrollado estrés postraumático, las que no tienen otro modo de satisfacer sus necesidades vitales y las de sus seres queridos, entendemos que quedará un grupo exiguo de mujeres que libremente y teniendo otras opciones a su alcance, han decidido dedicarse a la industria sexual. A este grupo de mujeres el sindicalismo debería de garantizarles el cumplimiento estricto de la normativa de seguridad y salud y riesgos laborales que impida que el ejercicio de este “trabajo” conlleve riesgos para su integridad física.

Tendría que aplicárseles la misma normativa que a otras profesiones que tratan con fluidos biológicos, como saliva, sangre, sudor, heces u orina. Deberían defender entonces que sus afiliadas prestaran sus “servicios” con mascarilla, gafas de protección, mono desechable y guantes.

También cabría preguntarles a estos sindicalistas con qué patronal negociarán las condiciones laborales de estas mujeres y qué tipo de negociación colectiva desplegarán. ¿Respaldarán la prostitución de mujeres embarazadas? ¿Cómo garantizarán que una mujer prostituida en la mediana edad, cuando su cuerpo, instrumento de trabajo, ya no sea demandado, no va a aceptar participar en actos objetivamente denigrantes como por ejemplo ser orinada, una práctica que la industria del sexo ofrece en su carta de “servicios”, en contra de su propio deseo y exclusivamente por necesidad? ¿Cómo regularán el acoso sexual?

Por otro lado, estos mismos sindicalistas ¿qué cursos de formación y reciclaje van a ofrecer a las niñas y jóvenes para alimentar este sector? 

Se trata de una industria que afecta al cuerpo de media humanidad y envilece a la otra media, potencial compradora de vidas humanas. Puestos a abrir secciones sindicales nuevas ¿para cuándo un sindicato de mendigos? ¿para cuándo el de vendedores de córneas y riñones? Si de lo que se trata es de negociar, no con el cuerpo sino con las libertades y derechos, ¿por qué no un sindicato de vendedores de votos?

Sindicalismo y sistema prostitucional son irreconciliables, si se analiza con el corazón y la cabeza, a no ser que sean otras las partes del cuerpo que lleven el timón de las decisiones.
 
Recordamos lo que las mujeres anarquistas han defendido históricamente y que apoyamos hoy, como ayer:

“Las casas de prostitución siguen abarrotadas de pañuelos rojinegros y de toda clase de insignias antifascistas. Es una incomprensible incoherencia moral que nuestros milicianos sean en la retaguardia los que sustenten y aún extiendan la depravación burguesa en una de sus más penosas formas de esclavitud, la prostitución de la mujer. No se explica que espíritus dispuestos en las trincheras a todos los sacrificios necesarios para vencer en una guerra a muerte fermenten en las ciudades la humillante compra de carne humana de clase y de condición.

Combatientes, no seáis vosotros nuestros propios camaradas los que entorpezcáis con una conducta de señoritos una labor de tan sí tan difícil. Ayudadnos a que todas las mujeres se sientan responsables de su dignidad humana. No sigáis atropellando a las que, como único medio de existencia tengan que soportar vuestra tiranía de compradores mientras nosotras nos esforzamos en hallar el medio mejor de emancipar nuestras vidas.


AGRUPACIÓN MUJERES LIBRES CNT-FAI
Grupo Anarquista Higinio Carrocera. Asturias