Teresa Claramunt, (1862-1931) Teresa Claramunt nació en Barbastre en el año 1862. Poco tiempo después se trasladó con su familia a Sabadell, donde cuando todavía era niña entró a trabajar en la Industria Téxtil, primero haciendo tareas auxiliares y más tarde como tejedora. Desde muy joven fue una destacada militante anarquista, influida especialmente por el ingeniero Tarrida de Marmol. En el año 1883, con 21 años, encabezó una huelga general en demanda de la jornada laboral de 10 horas, la llamada 'huelga de las siete semanas', que dada la intransigencia de los grandes fabricantes se convirtió en uno de los conflictos laborales más duros que tuvieron lugar en Sabadell. En 1884, en un momento de debilidad de la organización y combatividad de l@s trabajador@s, organizó un grupo anarquista de mujeres en la ciudad, el cual desarrolló una intensa actividad político-social y contribuyó a superar esta situación. La vida de Teresa Claramunt estuvo plenamente dedicada a la lucha por conseguir una sociedad mejor, más libre, justa y solidaria, inviertiendo los mayores esfuerzos en conseguir la emancipación de l@s trabajador@s y de las mujeres. Participó tanto en la actividad sindical como en la educativa. En su época más prolífica como articulísta colaboró en diversas publicaciones como El Rebelde que dirigió; Humanidad Libre; El Productor;, que fundó en 1901; La Tramuntana y La Revista Blanca. Los temas sobre los cuales más escribió fueron la represión que se ejercía contra la clase obrera, la necesidad de organizarse, qué significaba el anarcosindicalismo y el anarquismo, la renovación de la enseñanza y la mujer y la discriminación que sufría. También escribió obras de teatro , algunas de las cuales fueron representadas por diferentes grupos teatrales, muy numerosos en aquella época. Su intensa actividad como propagandista social con planteamientos claros y rotundos, dió lugar a que fuera detenida cada vez que se producía un atentado, a pesar de la falta de pruebas inculpatorias, tal y como sucedió en 1893 y en 1896. Fue la única mujer que además de encarcelada, fue torturada a raíz del Proceso de Montjuic. Posteriormente fue desterrada de España y residió primero en Inglaterra y después en Francia de donde volvió en 1898. A principio de siglo participó activamente en numerosos mítines y fué de nuevo encarcelada como consecuencia de la huelga de tranvieros de Barcelona de 1901 y después a raiz de la Huelga General de 1902. También fue detenida durante la Semana Trágica de 1909. Confinada en Zaragoza, contribuyó a organizar el movimiento anarcosindicalista aragonés y la volvieron a meter en prisión a raíz de la Huelga General de 1911. En 1924 volvió a Barcelona, pero la parálisis que contrajo en sus estancias en la cárcel la alejó casi totalmente de la vida pública hasta su muerte. En el año 1929, fue la última vez que participó en un mitin.