Efectos de la crisis económica: Los millonarios ahogan su  frustración gastando más que nunca

Munich, 19 de octubre de 2008.- En plena crisis financiera los millonarios gastan más que nunca, a juzgar por la afluencia de visitantes a la "Millionaire Fair", la primera feria internacional que se celebra en Alemania para los más acaudalados, de cuya "frustración" se beneficia. "Son los que están decepcionados con sus asesores financieros y con los bancos y han visto desaparecer parte de sus fondos", por lo que "están decididos a gastar ahora más que nunca", explica uno de los responsables de la feria, Klaas Simon Obma.
La muestra, que se celebra por primera vez en Múnich (sur), desde el pasado día 16 y hasta el 19, no teme pues un retroceso de visitantes, que cifran en 20.000 hasta que cierre mañana, y tampoco ha sufrido cancelaciones de expositores. Al contrario.
En otras palabras, y pese a la crisis, en ningún momento  pensaron en suspender este "salón del lujo", como lo define el mismo Simon Obma,  en el que se ofertan desde yates -precio sin IVA: 500.000 euros- pasando por  almohadas con diamantes, hasta cigarros envueltos en oro que cuestan una media  de 500 euros.
Este espectáculo para aquellos que no tienen que pensar  como llegar a fin de mes celebra ya su decimosexta edición. Fundada por el  holandés Yves Gijrath, la primera "Millionaire Fair" tuvo lugar en 2002, como  una "puerta al lujo" -reza la página web- que invita a "descubrir un mundo de  placer absoluto" y de "glamour sin igual".
Gijrath, editor de tres revistas de lujo ("Miljonair  Guide" entre otras), descubrió la fórmula del éxito que no tardó en exportar a  Moscú, donde se ha celebrado ya en varias ocasiones, con 50.000 visitantes en la  última edición, que desembolsaron nada menos que 500 millones de  euros.
Este año Gijrath y compañía han probado suerte con la "crème de la crème" en Amsterdam, Shangai y Moscú; ahora es el turno de Múnich, y próximamente viajarán a Estambul, Nueva Delhi y Dubai.
En 16.000 metros cuadrados se encuentran los últimos  modelos de Lamborghinis, Ferraris de hasta 165.000 euros, casas de caviar y  champán, clínicas dentales, empresas de alquiler de coches, cadenas hoteleras,  gimnasios, galerías de arte, pero ningún banco.
¿Será casualidad? Sea como fuere, pueden respirar  tranquilos. En esta ocasión "no hay empresas que ofrezcan productos  financieros", resalta Obma, salvo el Commerzbank, que es "uno de los  patrocinadores de la feria", explica.
 Alemania es el escenario perfecto para una feria de este  tipo, si se tiene en cuenta que sólo en Múnich, escenario de la misma y capital  de la región más acaudalada del país, residen más de 500 millonarios.
La "Millionaire Fair" es el lugar idóneo para encontrar al  mayordomo perfecto, o el servicio de masajes más sofisticado, por no hablar del  conjunto que despertará todas las envidias. Todo lo que se puede desear y  comprar con dinero, que esta noche por ejemplo puede verse en la "Fashion  Night". Y bajo la mayor discreción.
 El lema extraoficial de la feria en estos momentos en que  parece que el dinero no está seguro en los bancos ni en la bolsa, es que más  vale gastarlo en un automóvil o en algo "que pueda disfrutar durante los  próximos diez años", explican, que invertirlo en nuevos productos  financieros.
"Contamos con vender un par de yates", dice Obma, que sin  embargo, confiesa que los expositores mantienen absoluto hermetismo en torno al  volumen de negocios que mueven en este tipo de salones.
Ni nombres ni precios se desvelan aquí. "Esta feria es la  antítesis de la especulación" y todo lo que ofertan "es tangible",  agrega.
 Como un buen mayordomo, que cuesta 250.000 euros al año,  como mínimo, y lo último en cirugía plástica, en Ferraris o en arte.
 Este domingo, aparte de los millonarios, también podrán  visitar la feria los "ciudadanos de a pie". Es lo que aquí llaman el "día de la  familia". Soñar cuesta 39 euros, el precio de la entrada.