Son pres@s comunes que cumplen
clausura más allá. Son intern@s muy externos. Ningún lehendakari, ni
president, ni gobernante piden su acercamiento. Son pres@s desterrad@s.
Es la otra dispersión.
Son pres@s sin telediarios, familias con pancartas de tinta invisible, gente al margen. Son un@ de cada cuatro. Reclusos y reclusas que cumplen condena fuera de su comunidad autónoma, el 25% de l@s intern@s que hay en España. O de su provincia, más o menos la mitad. Son personas encarceladas en otros mapas. Más de 14.700. Es decir, algo más habitual de lo que parece cuando se habla sólo de miembros de ETA o de políticos catalanes.
L@s pres@s de esta historia son reclus@s anónim@s. Y también sus familias, que consumen sus sueldos, su paro, sus pensiones y sus apreturas en kilómetros, hostales e insomnio para visitarl@s. Ven a sus hij@s, padres o parejas cuando las visitas salen bien, la carretera no es un accidente y el dinero da para el tren, el bus o el pirata. El coche pirata.
Son pres@s comunes que cumplen clausura más allá. Son intern@s muy extern@s. Ningún lehendakari, ni president, ni gobernante piden su acercamiento. Son pres@s desterrados. Es la otra dispersión.
La mayoría de los 59.000 pres@s que hay en España cumple condena en sus CCAA. Sin embargo, el 25,4% está fuera de su región.
Esa es la media, porque hay lugares en los que el alejamiento es lo normal. Por ejemplo, en Ceuta, donde hay menos pres@s de dentro de la ciudad que de fuera: la mayoría de reclus@s ceutís cumple condena en la Península o en Baleares. O el caso de Castilla-La Mancha, donde casi la mitad de sus pres@s está en otras CCAA. Cantabria, Navarra, País Vasco, La Rioja, Murcia o Melilla también superan la media nacional de este destierro legal.
¿Por qué se aleja a l@s pres@s?
El Gobierno asegura que la decisión depende de la Administración Penitenciaria y que tiene en cuenta "el grado de tratamiento propuesto (primero, segundo o tercero), el tipo de condena, la edad, su pertenencia a banda delictiva o el tratamiento a aplicar". Según el Estado, "el destino se adopta en función del centro que mejor responda al tratamiento que requiere el interno".
L@s pres@s de esta historia son reclus@s anónim@s. Y también sus familias, que consumen sus sueldos, su paro, sus pensiones y sus apreturas en kilómetros, hostales e insomnio para visitarl@s. Ven a sus hij@s, padres o parejas cuando las visitas salen bien, la carretera no es un accidente y el dinero da para el tren, el bus o el pirata. El coche pirata.
Son pres@s comunes que cumplen clausura más allá. Son intern@s muy extern@s. Ningún lehendakari, ni president, ni gobernante piden su acercamiento. Son pres@s desterrados. Es la otra dispersión.
La mayoría de los 59.000 pres@s que hay en España cumple condena en sus CCAA. Sin embargo, el 25,4% está fuera de su región.
Esa es la media, porque hay lugares en los que el alejamiento es lo normal. Por ejemplo, en Ceuta, donde hay menos pres@s de dentro de la ciudad que de fuera: la mayoría de reclus@s ceutís cumple condena en la Península o en Baleares. O el caso de Castilla-La Mancha, donde casi la mitad de sus pres@s está en otras CCAA. Cantabria, Navarra, País Vasco, La Rioja, Murcia o Melilla también superan la media nacional de este destierro legal.
¿Por qué se aleja a l@s pres@s?
El Gobierno asegura que la decisión depende de la Administración Penitenciaria y que tiene en cuenta "el grado de tratamiento propuesto (primero, segundo o tercero), el tipo de condena, la edad, su pertenencia a banda delictiva o el tratamiento a aplicar". Según el Estado, "el destino se adopta en función del centro que mejor responda al tratamiento que requiere el interno".
No es lo que dicen los colectivos que trabajan con reclus@s.
"La dispersión se utiliza como sanción encubierta. Es una amenaza muy efectiva; l@s pres@s lo único que intentan noperder es el contacto con sus familias. Al final, cumplen los familiares la pena de tener que desplazarse cientos o miles de kilómetros por algo que no han cometido".
El problema de la dispersión no se ciñe al alejamiento de la comunidad autónoma de residencia del recluso. Cuando se acerca la lupa y se mira la situación por provincias, el problema se agrava. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, que ha medido en algunas ocasiones este tipo de dispersión no política, afirma que el número de personas privadas de libertad que cumplen condena fuera de su provincia es cercano al 50% como media nacional. "Es una cifra altísima que se agrava en comunidades autónomas de grandes dimensiones", aseguran desde la asociación.
El problema de la dispersión no se ciñe al alejamiento de la comunidad autónoma de residencia del recluso. Cuando se acerca la lupa y se mira la situación por provincias, el problema se agrava. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, que ha medido en algunas ocasiones este tipo de dispersión no política, afirma que el número de personas privadas de libertad que cumplen condena fuera de su provincia es cercano al 50% como media nacional. "Es una cifra altísima que se agrava en comunidades autónomas de grandes dimensiones", aseguran desde la asociación.
Así, la APDHA pone el foco en Andalucía, Castilla-La Mancha, Canarias y Baleares por las distintas islas, o Castilla y León, donde el alejamiento provincial es muy alto. "Los intern@s pueden estar sepa
rad@s hasta 500 kilómetros, como en los casos de Almería y de Huelva"
rad@s hasta 500 kilómetros, como en los casos de Almería y de Huelva"