miércoles, 11 de mayo de 2011

CNT-AIT, Camas: Crónica del 1º de Mayo



El sistema es una esponja que lo absorbe todo y lo que es un día de luto y de lucha, lo ha acabado convirtiendo en la “fiesta del trabajo”. Incluso los regímenes más autoritarios tienen asimilada esta fecha como una fiesta donde celebrar la unidad de explotadores y explotados. Diariamente tenemos que escuchar esos típicos chascarrillos del pelota de turno diciendo “ La fiesta del trabajo se debería de celebrar trabajando”. Los trabajadores, desmotivados y desinformados, ven en sus televisores que por ser el “día del trabajo”, un montón de liberados sindicales se dan un paseito por la calle y ya han cumplido por otro año más. Que seamos gente luchadora, como los compañeros de CNT-AIT, o que sean los comprados del capital, les da igual, porque no conocen la diferencia.


Nos están vaciando el cerebro con semejante celeridad, que tenemos que cambiar el devenir de la historia con nuevos métodos de lucha, o quizás copiando los métodos más antiguos y pensando en ello decidimos hacer lo mismo que los juglares medievales. Sacar a la calle la lucha sindical por las ocho horas y el gran sacrificio que ha supuesto. Ahora no somos analfabetos propiamente dichos, pero como si lo fuéramos, ya que nos negamos a aprender y a informarnos, por lo que los cenetistas tenemos que hacer didáctica libertaria. En este caso, llevando las imágenes de la muerte de los mártires de Chicago por las plazas de los pueblos y recitando en verso (no somos literatos) su historia, para rematarla con una frase. "Si Luchas puedes perder, pero si no luchas has perdido", con la intención de transmitir que solo con nuestra unión, seremos capaces de parar lo que se nos viene encima. Suponemos que, del mismo modo que los juglares medievales, nuestro periplo ha llamado la atención de adultos y niños, los cuales, apenas nos verían llegar, tomaban asiento a nuestro alrededor siendo curiosa la intervención de un pequeño de unos ocho años, que manifestó su desagrado con esta historia llena de policías y donde morían los buenos.