martes, 26 de septiembre de 2017

Alemania pierde su memoria: la ultraderecha accede al Parlamento alemán por primera vez desde el fin del nazismo



Alternativa por Alemania (AFD) ha obtenido el 13,1% de los votos y se convierte en el primer partido de ultraderecha que accede al Bundestag en más de 70 años, es decir, por primera vez desde el fin y derrota del nazismo. Este aumento de los votos en ciertas regiones se asocia al “voto protesta” que recayó en la formación neonazi, materializada en el partido Alternativa para Alemania (AfD).

Tras el circo electoral, la vencedora moral es la ultraderecha, que vuelve a tener representación parlamentaria tras siete décadas de ostracismo. Tienen doble liderazgo, encarnando por una parte en el ala más nacionalista, de la mano de Alexander Gauland, y por el otro las posturas más ultras con Alice Weidel, que vive junto a su mujer y sus dos hijos en Biel (Suiza).

Gauland proclamó: "Recuperaremos nuestro país, un país para el pueblo", empleando el término alemán Volk, un lenguaje considerado de connotación nazi. Las estadísticas reveladas por la cadena televisiva ARD mostraban que más de un 60% de la gente que declaraba que iba a votar a la extrema derecha, lo hacía por “desencanto” con el Gobierno de Angela Merkel... Bonita manera de excusarse, para poder justificar al fascismo.


 
Protestas antifascistas en Berlín, Colonia, Hamburgo y Fráncfort

Un millar de personas, en su mayoría jóvenes, han salido a protestar este domingo durante horas con gritos de "nazis fuera" frente al local alquilado por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el centro de Berlín para festejar sus resultados electorales.

La concentración en Berlín tuvo lugar frente al club Traffic, junto a la céntrica Alexanderplatz, donde los líderes del partido neonazi y sus simpatizantes se habían dado cita para celebrar su éxito en los comicios.

Rodeadas de un amplio dispositivo de seguridad con policías antidisturbios, las protestas comenzaron tras conocerse los resultados de las proyecciones y se prolongaron durante horas, con proclamas antinazis y abucheos a los miembros del partido que se asomaban a la terraza del local. La mayoría de sus eslóganes denunciaban el discurso xenófobo de un partido que ha hecho del rechazo a inmigrantes y refugiados el eje de su campaña electoral.

"No hay derecho a la propaganda nazi", "nacionalismo fuera de las cabezas" o "refugiados bienvenidos" fueron alguno de los lemas coreados por los concentrados, y pancartas contra el racismo.

Distintos medios locales informaron también de concentraciones y manifestaciones de varios cientos de personas en Colonia, Hamburgo y Fráncfort, sin que se registraran incidentes.