domingo, 2 de enero de 2022

WAS-AIT, (Austria): contra la explotación en el museo de la secesión de Viena






“Todos los empleados secundarios del sector de la caja, vigilancia y tienda se han sindicado para oponerse a las insoportables condiciones de trabajo en museo de la Secesión de Viena. Desde hace semanas WAS (Sindicato de Trabajadores de Viena) está negociando con la dirección del museo, que ahora han empezado a ignorar las demandas de los empleados. Por lo tanto, hemos convocado una concentración contra la violación de los derechos de los trabajadores frente al museo Secesión en Friedrichstraße 12, 1010 Viena, durante la inauguración de la última exposición de la Secesión.”

El museo de la Secesión de Viena, que gana unos 4.500 euros con las entradas y las ventas de las tiendas sólo en un sábado normal, que está patrocinada por uno de los mayores institutos de crédito de Austria (Erste Bank), una larga lista de patrocinadores privados y por último, pero no menos importante, por la propia Cámara de los Trabajadores, considera normal y necesario retener los salarios de sus empleados.

Desde la primera cuarentena en 2020 los empleados secundarios de las cajas, vigilancia y tienda han acumulado las llamadas "horas negativas" cada vez q mue no podían presentarse a trabajar porque el museo tenía que cerrar debido a las medidas por el coronavirus.

Después de que el cierre por la cuarentena consumiera el derecho a las vacaciones de todo un año más todas las horas extraordinarias de los empleados, se les pidió que trabajaran las horas que habían "perdido". Lo que supuso meses de 70 horas de trabajo de media, a cambio de una remuneración que no llegaba a los 450 euros.

Para que quede claro: no hay base legal para las "horas negativas", es decir, son ilegales. Tan ilegal como consumir el derecho a las vacaciones de todo un año por una crisis o incluso dejar que tus empleados acumulen tantas horas extras, sin compensarlas económicamente o en tiempo libre.

Pero todo esto es, y ya lo era antes de la pandemia, un problema sistémico. Esta explotación ilegal se justificó con la excusa de "salvar puestos de trabajo", algo que no es cierto, ya que aun así hubo compañeres que perdieron sus puestos de trabajo y además un puesto a jornada completa se sustituyó por trabajadores con contratos más precarios. Además, en los puestos de trabajo de caja, vigilancia y tienda existe una escasez de personal tan notoria que es habitual y necesario llamar a los empleados que están de vacaciones en caso de que haya que sustituir a un compañero de baja por enfermedad, o incluso hacer que los empleados que se ponen enfermos llamen a sus compañeros para encontrar su propio sustituto.

En otras palabras: el museo de la Secesión de Viena, con dichas fuentes de ingresos más el apoyo del Estado durante los años de la crisis sanitaria, no sólo consideró inteligente cargar las consecuencias de la pandemia sobre sus empleados más débiles y rentables, que son también los que corren más riesgo de infectarse, consideraron además inteligente pasar a vender todo eso como un favor, con sus empleados, con ellos mismos y con el público.

El museo de la Secesión ha conseguido aparecer en una moneda de 50 céntimos, eso es lo que valen les trabajadores para ellos.

El lema de la Secesión: "Der Zeit ihre Kunst/ Der Kunst ihre Freiheit" (Al tiempo su arte / Al arte su libertad) es puro cinismo a la vista de los meses de vida que esta institución ha robado a sus empleados. El perfil imponente del edificio, que desde mayo de 2020 se asemeja más a la entrada a Moria, es, literalmente, pura fachada.

La Secesión, a la que le gusta recurrir a su historia para mostrarse como alternativa y contraria a la burguesía y al conservadurismo, ha traicionado todo lo que se supone que representan sus exposiciones, además de confirmar el tópico de que este tipo de arte sólo interesa a los ricos.

Para nosotres, como sindicato sin jerarquías y horizontal, tenemos claro que estas condiciones son inaceptables. Más aún porque la Secesión ha sido hasta ahora tozuda y no quiere admitir las reivindicaciones de los trabajadores secundarios.

Nuestra primera concentración frente a la Secesión de Viena tiene lugar durante la inauguración de la nueva exposición. Estarán presentes muchas personas importantes del arte y la cultura, y es la primera exposición que se inaugura bajo la nueva junta directiva. No aceptamos la continua explotación de los más débiles por parte del mercado del arte, especialmente cuando no se respetan ni siquiera las propias normas legales mínimas. Llamamos a todes les trabajadores con conciencia de clase a apoyarnos.

También existe la posibilidad de protestar por teléfono contra la explotación en la Secesión, de lunes a viernes de 10:00 a 17:00.

¡Si nos tocan a una nos tocan a todas!