jueves, 14 de abril de 2022

Ni república, ni monarquía. Ni Felipe VI ni III República, revolución social






Cualquier forma de poder es por su naturaleza autoritaria y contralibertaria, y haya república o monarquía, mientras haya Estado, su infamia seguirá oprimiendo a la clase obrera.

Los anarquistas no queremos ni monarquía ni república. No queremos Estado, lo maneje un rey hereditario o un presidente electo. El problema es el Estado, el sistema que mantiene la explotación y la desigualdad, sea quien sea su titular.

Bajo la aparente efectividad de la Segunda República (incremento de la educación, restricción del poder eclesiástico, reforma del ejército…), la mayor parte de la población seguía en la miseria, sobre todo en lo referido al entorno rural, donde movimientos insurgentes tornaron con mayor virulencia, extendiéndose al ámbito urbano. Como respuesta ante estos actos protagonizados por la clase obrera, los sucesivos gobiernos republicanos respondieron mediante la represión, en pos de los intereses burgueses, quedando en la memoria episodios como el de Casas Viejas, la creación de una Ley de Vagos y Maleantes ( para cuya aplicación se crearon campos de concentración), la represión de la huelga revolucionaria del 34 o el fusilamiento de mineros en lucha en Asturias, entre otros.

Muchos de los que defienden la III República lo hacen desde supuestas posiciones radicales, transformadoras. Pero lo que defienden es una concepción burguesa y reformista. Ni las repúblicas que ha habido en España ni los reyes han gobernado para el pueblo, que exige cada vez más autogobernarse, autogestionarse y no ceder a sus supuestos representantes soberanía alguna.

Lo importante es no volver a caer en la misma trampa que fue la II República, un régimen que no cambió un ápice la situación de la clase trabajadora y mantuvo intacto el régimen burgués y capitalista y su principal instrumento: el Estado. Lo relevante es seguir luchando desde abajo para acabar con el Estado y el Capital, contra la monarquía y la república, contra todo poder y gobierno.

Ni Felipe VI ni III República, revolución social.

NI REPÚBLICA, NI MONARQUÍA

¡VIVA LA ANARQUÍA!