lunes, 10 de mayo de 2010

Pío Moa: Vamos a contar mentiras

La Comunidad de Madrid programó el pasado mes de febrero y marzo un curso dirigido a los profesores de Enseñanza Secundaria de Geografía e Historia, Arte y Ciencias Sociales. Uno de los ponentes que Esperanza Aguirre contrató para explicar a los maestros las "Cuestiones sobre la España de 1931 a 1939", fue Pío Moa, historiador de cabecera de la extrema derecha.

  • Pío Moa califica la guerra civil española “como uno de los grandes mitos del Siglo XX”, niega la matanza de Badajoz, resta importancia al bombardeo de Guernica, achaca la responsabilidad de la Guerra Civil al bando republicano, presenta a Francisco Franco como un militar que “aceptaba la democracia” y asegura que la dictadura “no fue fascista”.

    La matanza de Badajoz
    Su ponencia, que le sirvió para articular la lección que impartió en el curso organizado por la Comunidad de Madrid, empieza afirmando que la guerra “ha sido uno de los grandes mitos del Siglo XX”. Como ejemplo, explica que la gran matanza de Badajoz no tuvo lugar porque “en una plaza de segunda categoría, como la de Badajoz, no debía de haber más de cuatro chiqueros, y en ellos cabría, muy apiñados, no más de un centenar de personas”.

    Los bomberos, culpables
    Sin duda, sorprende se exprese en estos términos de lo sucedido en Badajoz, donde todos los historiadores serios explican que al menos 4.000 ciudadanos fueron asesinados por el General Yagüe. Sin embargo, la explicación más peregrina de Moa guarda relación con el bombardeo de Guernica. La culpa, según el no fue tanto de los fascistas, sino de los bomberos.

    Relato
    “La causa de la devastación fue el bombardeo, pero su extensión se debió también a la deficiente actuación de los bomberos de Bilbao, que tardaron varias horas en llegar desde una distancia de 30 kilometros, y se volvieron a las tres de la noche, cuando los incendios proseguían”, relata Moa.

    “La gente se puso a salvo”
    Acto seguido, de credibilidad a lo que supuestamente contó “la prensa de Bilbao” sobre los bombardeos, en los que “al principio ni siquiera se hablaba de muertos, sino sólo de heridos”. Después, indica que “el número de muertos, relativamente escaso para un ataque que causó tal destrozo, se explica porque a partir de la primera pasada de los aviones la gente estaba alerta y la mayoría se puso a salvo”.

    Franco “prohibió el bombardeo”
    Mención aparte se merece la parte en la que trata de convencer que Franco no tuvo nada que ver con lo sucedido en Guernica. Literalmente afirma: “El bombardeo fue decidido por el jefe alemán Von Richthofen sin autorización de Franco. Éste había prohibido, y volvió a prohibir después, los bombardeos sobre objetivos civiles”.


    Defensa de Franco
    Mucho más benévolo se muestra con Franco, a quien “nunca dominaron los dictadores fascistas”. En el curso destinado a los profesores madrileños, insistió en que Franco “aceptaba la democracia sin entusiasmo, como algo inevitable, pero la aceptaba”. Por eso, sólo se sublevó “cuando el peligro se hizo inminente, y aun así procuró aplazar el golpe hasta el último momento”.

    Defensa de la dictadura
    Los profesores de la Comunidad de Madrid también escucharon de boca de Moa y gracias a Esperanza Aguirre, última responsable de que este curso se impartiese, que “si bien Franco tomó algunos elementos del fascismo, su dictadura no fue fascista, sino reaccionaria en el sentido más elemental del término: reacción contra la revolución”.

    La culpa es de los demócratas
    La conclusión final que Moa estable en su ponencia es que en la España de 1936 “no existía la amenaza fascista, y sí una violenta y creciente amenaza revolucionaria, y ahí radica la causa de la guerra civil”.