jueves, 29 de julio de 2010

Perdiendo el norte...y la vergüenza

La recogida de los fondos para la escultura de homenaje a Benedicto XVI, que deberá estar instalada cuando el día 6 de noviembre llegue a Compostela, se acaba de iniciar. Los promotores de la iniciativa -la Cámara de Comercio, el Instituto de Estudios Galegos Padre Sarmiento y el Real Aero Club de Santiago- ya han habilitado un número de cuenta para financiar la escultura de homenaje, en bronce y de 2,50 metros de altura que se instalará en San Lázaro, junto a la llamada Puerta de Europa y cuyo coste oscila supera los 98.000 euros más IVA.
El lugar elegido para ubicar la escultura, que representa a Benedicto XVI con los brazos extendidos, -ambos y no solo el derecho a 45 grados como antaño-, forma parte precisamente del itinerario que seguirá la comitiva papal cuando se dirija desde el aeropuerto de Lavacolla al centro del casco histórico, donde visitará la Catedral y oficiará una misa en la plaza del Obradoiro. Todo esto para el jefe de una secta que entre opulencia y lujos predica hipócritamente la caridad. No se les puede ocurrir ni organizar colectas para quienes no llegan a fin de mes, para quienes sufren las hambrunas africanas, ni para las víctimas de tantas y tantas guerras. En fin, a cada faraón su pirámide.