martes, 12 de mayo de 2009

El párroco


"Con la iglesia hemos topado"
domingo, 10 de mayo de 2009


Una frase muy utilizada por los políticos es “lo mejor de nuestros pueblos son sus ciudadanos”, cosa que, por desgracia, pocas veces es cierta, ya que el mito de Fuenteovejuna raramente se repite en estos días. Sin embargo, es algo que en esta comarca se solía atribuir a los habitantes de Pilar de la Horadada, que en numerosas ocasiones utilizaban el respaldo popular para hacer realidad los intereses de todos, una cualidad que, por meritos propios y con la colaboración de la clase política, ha desaparecido casi por completo. Todos hemos asistido impasibles a los últimos escándalos protagonizados por los distintos equipos de gobierno de nuestro joven municipio, que han logrado convertir el sueño de la independencia en una pesadilla de la que solo ellos esperan no despertar nunca, y es que los sueldos públicos ayudaba ello.

El ultimo capitulo de las desvergüenza que preside las acciones de nuestros ediles ha sido ver como un ciudadano de este pueblo se ha visto abocado a una huelga de hambre, acampando durante casi un mes en la Plaza de la Iglesia. Parece ser que esta persona ha hecho algo tan imperdonable como sacar a relucir el espíritu del que tantas veces este pueblo ha hecho gala, plantando cara a los poderosos capitaneados por un alcalde que ha puesto a disposición de una empresa no sólo la recogida de basuras y muchas de las obras municipales, incluida la polémica de “la Paloma”, sino que, además, en el lote, el prestigio de todo un pueblo que “todos a una” ha decidido mirar para otro lado ante una injusticia de este calibre.

A esto le añadimos los comunicados de un sindicato, que ha demostrado que solo se representan a ellos mismos, y el párroco local, que protagonizo un bochornoso enfrentamiento con este hombre, cuando buscaba cobijo de la lluvia en la “casa de Dios”. El cura, que hacía las veces de portero, no estaba dispuesto a que nadie le fastidiara la cena, que disfruto a escasos metros del huelguista. Con el estómago lleno y el corazón vacío seguro que esa noche durmió orgullosote haber evitado que un “rojo, hambriento y desarmado” pudiera haber quemado la iglesia, y es que ya lo dijo Don Quijote a su fiel escudero “con la iglesia hemos topado” a lo que este pudo añadir: “y con los sindicatos”.


R.T. (Pilar de la Horadada)

Carta de opinión publicada en Horadada Información