
Los  días 30 y 31 de marzo, el piquete del SOV Cádiz ha seguido informando a  los potenciales clientes del restaurante "Uso di mare" del conflicto que  mantenemos con el patrón por impago y acoso laboral contra dos  compañeras. Numerosos trabajadores solidarios rechazan consumir en  cuanto saben la calaña del explotador, que se dedica a llamar a la  policía cada vez que un cliente se da la vuelta y busca otro lugar donde  las condiciones laborales no sean de abuso en salarios y jornada, acoso  y menosprecio, insultos a diario, robo por impago y coacción con  despido a los que no se dejan robar ni amedrentar. Esta  es la actitud del patrón, que ha denunciado a 10 integrantes del  piquete por amenazas, inexistentes salvo que considere una amenaza saber  que su despotismo se va a acabar. Mientras se hace a la idea, espera a  que el piquete abandone, pero no sabe que el SOV Cádiz ha mantenido  piquetes durante 15 meses en otros conflictos.
Si es necesario vamos a batir el record para que no quede impune este explotador, que con sus falsas denuncias no ha hecho más que fortalecer nuestra determinación y la solidaridad anarcosindicalista, que poco a poco va haciendo su efecto.
Los trabajadores no soportamos más acoso, aislamiento y despidos. Solo la solidaridad internacionalista nos da la fuerza para continuar en lucha contra la explotación y el abuso, incluido el de las burocracias sindicales, que le temen a la acción directa de los trabajadores más que al fin de los cursillos y los dineros sindicales que expolian.
                
Si es necesario vamos a batir el record para que no quede impune este explotador, que con sus falsas denuncias no ha hecho más que fortalecer nuestra determinación y la solidaridad anarcosindicalista, que poco a poco va haciendo su efecto.
Los trabajadores no soportamos más acoso, aislamiento y despidos. Solo la solidaridad internacionalista nos da la fuerza para continuar en lucha contra la explotación y el abuso, incluido el de las burocracias sindicales, que le temen a la acción directa de los trabajadores más que al fin de los cursillos y los dineros sindicales que expolian.