domingo, 11 de octubre de 2009

Anarquismo Ilustrado: Nuestros carteles‏



Autor: Rivera.
Editor: Confederación Nacional Del Trabajo.
Año: Entre 1936-1937.

El 21 de noviembre de 1936 salía a la calle el primer número de “CNT del Norte”. En sus comienzos fue un periódico trisemanal, que se publicaba los martes, jueves y sábados. Sus seis primeros números, de escasa calidad, se tiraron en la imprenta de la Confederación. La redacción y la administración estaban en la calle Hurtado de Amezaga nº 6. Solicitaron una imprenta al Gobierno Provisional de Euskadi para la edición de “CNT del Norte”, pero no se la concedieron porque “no había ninguna disponible”, ya que todas las estaban utilizando los demás periódicos de reciente aparición. Se les dejó sin el menor amparo oficial “que quizás para otro hubiera sido prodigo”. Aprovechando la escasa tirada de “El Noticiero Bilbaíno”, unos quinientos ejemplares, contrataron la tirada de su periódico con los talleres de esta empresa que dirigía Alejandro Echevarría.

Informados los anarquistas vascos por el PSOE de la inmediata incautación de “El Noticiero Bilbaíno” prevista por el Gobierno Vasco, y su futura cesión al Partido Comunista de Euskadi, propusieron al señor Echevarría la compra de los talleres por el precio de un millón de pesetas. Dicha compra se formalizaba el 23 de febrero de 1937.

CNT del Norte”, que se presentaba como el órgano de la Confederación Regional del Trabajo - AIT, se convirtió en diario a partir del nº 37 correspondiente al 16 de febrero de 1937, habiendo mejorado sensiblemente la calidad desde fechas anteriores. Mantuvo una línea crítica respecto al Gobierno Vasco.
Otro tema de crítica fue la falta de ligazón de la lucha antifascista dirigida por el Gobierno Vasco con los objetivos de revolución social que ellos predicaban. Si bien este aspecto se trata en editoriales y artículos específicos, se recoge en otros muchos dedicados a la unidad sindical, a la política de unidad de mando, etc.

De trisemanario a diario

El periódico “CNT del Norte”, en su corta vida, de noviembre de 1936 a junio de 1937, tiró un total de ciento once números . Fue trisemanario hasta febrero de 1937, fecha a partir de la cual se convierte en diario. En su primera época “CNT del Norte” constaba de seis páginas, pero a raíz de una orden del Consejero de Industria en 1936, que obligaba a los periódicos que pasaban de seis hojas a que se realizasen con un máximo de cuatro, sin aumentar el formato, en función de la escasez de papel, se tiró con cuatro. Desde que se convierte en diario pasa a tirarse con seis hojas, con salvo dos números sueltos que se editaron en su paréntesis santanderino, que lo hará con cuatro, y tres números de su etapa posterior que lo hará con ocho. El precio, aumentara o disminuyera el número de páginas, se mantuvo en 15 céntimos. La suscripción anual para Bilbao costaba 36 pesetas, y 42 para otras poblaciones.

En su etapa de trisemanario la cabecera tenía los caracteres en cursiva en muchos adornos. Decía “CNT del Norte”, órgano de la Confederación Regional del Trabajo - AIT. En un recuadro de la izquierda se recogía la dirección de la Redacción y de la Administración, y el recuadro del lado derecho lo reservaba para consignas y propaganda anarquista, que variaba aproximadamente cada dos números. La cabecera se reproduce con un tipo de letra más pequeño en la última página, reservando los dos recuadros para eslóganes anarquistas: “Si hay amos, habrá esclavos; si hay propietarios, habrá miserables, y si hay ricos, habrá pobres. La revolución abolirá los amos, los ricos y los propietarios”. ( enero de 1937 ). Cuando se hace diario cambia el tipo de letra de la cabecera; ahora es redondilla y sin adornos, aunque conserva el mismo texto. A partir de la última quincena de febrero se suprimen los recuadros de la primera y de la última página. El 23 de mayo de 1937, “CNT del Norte” aparece con otra cabecera, un modelo más pequeño y en cursiva, que se reproduce también en la última página.

La primera página del periódico anarquista estaba dedicada a la información de actualidad e incluía un editorial, que fue realizado siempre por Valle, según las orientaciones del Consejo Regional de la CNT, salvo en una ocasión que lo realizó Fuello. La segunda página se dedicaba a información nacional y la última a noticias internacionales. El resto de las páginas se dedicaba a información nacional y la última a noticias internacionales. El resto de las páginas se cubrían con información local, avisos, comunicados y partes de guerra. Una sección casi diaria fue “Latigazos”, firmada por “Tiberio Graco”. Entre las firmas más habituales estaban Ramón Aceba, Solano Palacios, Juan Expósito, Lukazaga, Castellanos, etc. Su director fue Manuel Chiapuso.

CNT del Norte” y la censura

El Gabinete de Prensa del Gobierno Provisional Vasco, encargado de las labores de censura en Euskadi, otorgaba especial “preferencia” al periódico anarquista “CNT del Norte”, que se autoproclamaba como el “vocero genuino del proletariado vasco”. En un editorial que llevaba por título “Periódicos de empresa y periódicos de clase” (nº 46) se quejaban de que los censores mutilasen sus artículos, “que las más de las veces han tratado de orden doctrinario y cuando más, de orientación y prevención de la retaguardia”. Ciertamente, la censura gubernamental fue pertinaz con este periódico. Fueron mutilados total o parcialmente los editoriales de varios números e infinidad de artículos en todos ellos. Los veinte números comprendidos entre el nº 17 y el nº 36 sufrieron la censura de al menos un artículo, llegándose al extremo con el nº 25 que fue censurado en seis artículos.

Los denuestos del diario anarquista contra la censura del Gobierno Vasco fueron constantes. “Hay en esta nave - escribían - quienes llevan el timón y la manejan imponiendo sus decisiones y sin admitir injerencias de quien tiene perfectísimo derecho a hacer oír su voz y manifestar su criterio, hoy en abierta pugna con los que han trazado la “carta de derrota del viaje emprendido”. Reclaman su derecho a expresarse como una parte de la opinión pública, “como parte integrante de la población civil y en armas”, y su derecho a criticar, incluso la labor legislativa, en la cual han visto “muy poco de avance social y mucho de consagración de lo que hay que extirpar”. Aunque dicen realizar una crítica “benevolente”, que ha llegado “al máximum de tibieza por imperativos de la guerra”, la censura cae una y otra vez sobre ellos. Sus dificultades con la censura son tales que incluso apuntan la posibilidad de pasar a la clandestinidad como épocas anteriores: “Lamentaríamos, aunque no nos asusta por estar ya familiarizados, recurrir a la clandestinidad, pero sépanlo: de nuestras normas, no habrá quien nos separe ni un ápice” (“En la brecha”, 1937).

Los editoriales de “CNT del Norte” en los que se arremete contra la censura son bastantes frecuentes. Citaremos algunos párrafos entresacados a título de ejemplo. “Nuevamente y con despiadada saña fue mutilado nuestro editorial del pasado número; las huellas indelebles del fementido lápiz rojo quedaron grabadas en los surcos de nuestra prosa henchida de honradez y sinceridad” (“Coces contra el aguijón”, 1937). “Hemos visto con dolor cómo nuestros artículos, escritos con la única intención de exponer nuestra opinión con relación a los problemas planteados, sugiriendo soluciones, que podrán ser o no acertadas, mordidas por el lápiz rojo” (“Por los fueros de la verdad y la justicia”, 1937).

La incautación de los talleres de “CNT del Norte” por el Gobierno Vasco

En marzo de 1937, el Departamento de Hacienda del Gobierno Vasco comunicaba a la CNT que los periódicos “La Gaceta del Norte”, “El Nervión” y “El Noticiero Bilbaíno” iban a ser suspendidos y en sus imprentas se editarían los periódicos que no tenían. En concreto, los talleres de “El Noticiero Bilbaíno”, donde se tiraba “CNT del Norte”, eran cedidos al Partido Comunista para la edición de “Euskadi Roja”. A “CNT del Norte” se le adjudicaban los talleres de “El Nervión”, anulando así la compra que habían hecho los anarquistas a Alejandro Echevarría. Esta incautación es la causa de que “CNT del Norte” dejara de editarse desde el 23 de marzo al 29 de abril de 1937, fecha en la que reanuda su edición tirándose en los talleres de “El Nervión”. La CNT interpretó este hecho como un intento del Gobierno Vasco de mejorar la posición de “un sector determinado (se refiere al PC de Euskadi) en detrimento y con notable perjuicio de otro”, caracterizado por su “antifascismo y desprecio absoluto a todas las situaciones de privilegio”.
En este intervalo, el periódico “CNT del Norte” se traslada a Santander. La redacción provisional se instala en la Calle Concordia nº 15 de aquella capital hasta finales de abril, que vuelve a Bilbao a la calle Ronda nº 32. En su periplo santanderino el periódico anarquista sólo se editó en dos ocasiones: el 8 y el 14 de Abril de 1937.

Línea del periódico

CNT del Norte” tuvo dos etapas diferenciadas. Por una parte, un periódico ideológico que abarcó desde la fecha de su aparición hasta mayo de 1937, en el que el diario anarquista se dedicó fundamentalmente a una exposición de su política. Por otra, un período de agitación propagandística, en el que trató de movilizar a los ciudadanos vizcaínos contra el Ejército fascista que se encontraba a las puertas de Bilbao.
Durante el período ideológico, la línea editorial se centró casi exclusivamente en seis temas: la exclusión de la CNT del Gobierno Vasco, siendo una fuerza social, sindical y militar importante; la necesidad de unión de todas las fuerzas sindicales, si bien tras el acuerdo de unidad, a nivel nacional, entre el sindicato socialista y anarquista, el 1 de mayo de 1937, se centrará más en la unión con UGT, aunque no olvide la tercera fuerza sindical; la indisolubilidad de la lucha antifascista con las transformaciones sociales económicas; la comparación entre la colectivización de los medios de producción en otras regiones y la supervivencia en Euskadi del modelo económico anterior a la guerra civil; la lucha contra la burocracia, la corrupción y toda forma de amoralidad; la necesidad de mando único para ganar la guerra; y por último, la desconfianza y crítica a la Sociedad de Naciones y al Comité de No Intervención sobre las medidas que tomaban respecto a la guerra civil española, haciendo una llamada en contrapartida al verdadero internacionalismo proletario.

El período propagandístico se abre aproximadamente en mayo de 1937 y durará hasta que se sobrepase la crisis del Gobierno Central. En este período se editorializa poco o nada, y aparecen, por el contrario, los grandes titulares de primera plana que tratan de convertir a “CNT del Norte” en un agitador colectivo. He aquí algunos de ellos: “Bilbao como Madrid. Inexpugnable”, “Para vencer esta consigna. Ni un paso atrás”, “Todo para ganar la guerra y ser libres”. A partir del nº 89, correspondiente a mayo de 1937, desaparecen los grandes titulares de agitación, aunque vuelven en algún número suelto. Los dos últimos números de “CNT del Norte” , anteriores a la caída de Bilbao, recogen nuevamente dos titulares: “¡ Bilbao no debe ser del fascismo! ¡ En nosotros está el evitarlo! Evitémoslo, si no queremos sucumbir” y “Así se defiende Bilbao. ¡Viva Bilbao antifascista y liberal!”.

La crisis del Gobierno Central, y la formación de uno nuevo presidido por Negrín, en el que no van a participar los largocaballeristas y cenetistas, modificará los aires propagandísticos del diario “CNT del Norte”. A partir de ese momento se priorizará por un tiempo la llamada a la unidad obrera, fundamentada sobre todo en la declaración suscrita, el 1 de mayo de 1937, por la CNT y la UGT en la que se incitaba a “estrechar relaciones de cordialidad hasta conseguir la unidad sindical del proletariado”. Esta política de unidad obrera se hace especialmente insistente.

En este periodo de efervescencia propagandística sobreviven algunos temas de la etapa anterior y se tocan otros nuevos, pero su peso específico es escaso. Quizás habría que destacar de entre ellos el relativo a la defensa del sindicato anarquista y a la contestación de las críticas que se le hacían tras la formación del Gobierno Negrín. Es posible que la necesidad de marcar sus diferencias ideológicas con los demás partidos políticos y sindicatos, así como sus orientaciones políticas, sea la causa de que nuevamente, a partir del nº 91, reanuden los recuadros propagandísticos con un acusado carácter colectivista y anticapitalista. El 16 de junio de 1937, poco antes de que entrarán las tropas fascistas en Bilbao, salía el último número de “CNT del Norte”.