miércoles, 28 de octubre de 2009

CC.OO, UGT y USO pactan el fin de las movilizaciones en la General Motors de Figueruelas, aceptan el “esto es lo que hay”, y la patronal y el Gobierno


Que la clase trabajadora no está en su mejor momento de conciencia de clase, es una verdad conocida. Cada día surgen noticias que confirman la tesis extendida por los "sindicatos", el “coge el dinero y corre”, unido al “agarrarse a lo menos malo”, deja la lucha como algo propio de etapas históricas superadas. Un ejemplo de ello es la decisión de los afiliados del "sindicato" fascista CC.OO en Figueruelas de aceptar los despidos, y que el "sindicato", junto a sus compinches de UGT y USO hayan decidido desconvocar la huelga de cuatro días.

El Comité de Empresa de la factoría de General Motors de Figueruelas ha ratificado por mayoría el plan industrial de la compañía Magna, que incluye el despido de 900 empleados, y ha decidido desconvocar su anunciada huelga de cuatro días.

Los "sindicatos" vendeobreros UGT, CCOO, USO y Acumagne han dado su apoyo al plan de la empresa austríaco canadiense, que se hará junto con el banco ruso Sberbank, con la propiedad del 55% de General Motors-Opel.

La "representación" de los trabajadores ha aprobado también iniciar de inmediato la negociación sobre las fórmulas y plazos para los despidos y el plan de ahorro de la planta, unos 25,8 millones de euros al año, que tendrán que asumir los obreros.

En el acuerdo alcanzado con Magna, además de reducir el número de despidos de 1.322 a 900, la compañía se compromete al mantenimiento de las dos líneas actuales de ensamblaje de la planta y de la capacidad técnica instalada de 478.000 unidades al año, además de realizar nuevas inversiones.

El texto también garantiza que la planta de Figueruelas contará con el complejo manufacturero más importante para la plataforma Corsa (GSV) más allá del año 2013. Además se acordó la futura producción entre Zaragoza y Eisenach en una división de la carga de trabajo del 72% y 28%, respectivamente, a partir de lanzamiento del nuevo Corsa, en el año 2013.

Mientras, entre 2010 y 2013, Magna se ha comprometido a garantizar una carga de trabajo mínima para Zaragoza del 70% del conjunto de producción de las plantas de Zaragoza y Eisenach.