miércoles, 10 de octubre de 2012

No solo es económico

Los problemas derivados de la crisis, en especial la pérdida del empleo y de la vivienda, han disparado un 10% el número de consultas en atención primaria por depresión o angustia en Andalucía, según ha destacado la consejera de Salud, María Jesús Montero. Unos 800.000 andaluces acudieron el año pasado a su médico de cabecera alegando problemas de depresión o ansiedad, lo que supone un 10% de la población andaluza, según las estimaciones expuestas por Montero en una rueda de prensa alusiva a la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.

Esta mayor prevalencia de la depresión y de la ansiedad también se ha trasladado a los casos de mayor gravedad y las 77 unidades especiales en salud mental existentes en Andalucía trataron el año pasado a 242.766 pacientes, lo que también supuso un aumento del 3,4% con respecto al año anterior. El 34% de estos pacientes presentaron trastornos relacionados con la depresión, la ansiedad y somatizaciones.
Montero ha anunciado que su departamento ultima la edición de una guía con consejos prácticos para que el ciudadano afronte el impacto de la crisis en su salud, en especial en lo relativo a las enfermedades mentales, apoyando su autoestima y orientándole respecto a los tratamientos. Tanto la consejera como el responsable del Plan Integral de Salud Mental en Andalucía, Rafael del Pino, han enfatizado la necesidad de recurrir sólo en casos graves a fármacos para paliar la depresión o la ansiedad pues esta medicación, que se debe seguir durante un periodo mínimo de seis meses, está indicada exclusivamente para los casos graves.

"Para la depresión existen soluciones al alcance de la mano de los ciudadanos y la medicación sólo se debe de tomar en aquellos casos para los que está indicada", ha subrayado Montero. La consejera ha admitido que la crisis "está haciendo mella" en el ánimo y en la salud de la población andaluza, lo que supone "un motivo de alerta" sanitaria y ha abogado por afrontar esta situación para evitar que la depresión y la angustia banales evolucionen a enfermedad crónica.

Ante este aumento de la demanda médica por dichas enfermedades, Montero ha proclamado la necesidad de intensificar la cooperación entre los servicios de atención primaria y las unidades especiales en salud mental para combatir cuanto antes los síntomas de estas dolencias y ofrecer un tratamiento adecuado a quienes las sufren con gravedad. La consejera ha llamado la atención sobre el mayor impacto de la depresión y la ansiedad en la mujer, ya que el 75% de los pacientes tratados por ambas patologías en los servicios de atención primaria son mujeres de 31 y 35 años.

También ha advertido del coste económico de estas enfermedades, pues la baja laboral por enfermedad mental alcanza en Andalucía una media de duración de 69 días -hasta 88 en el caso de la depresión- frente a los 4 días de promedio de absentismo laboral en el caso del resto de patologías. La consejera ha recordado estudios de la Organización Mundial de la Salud que estiman que un aumento del 1% del paro en países desarrollados repercute en un incremento del 0,8% en el número de suicidios.

El Día Mundial de la Salud Mental, cuyo lema de este año es "la depresión una crisis mundial", también ha sido conmemorado este miércoles por la Federación Andaluza de Familiares y Personas con Enfermedad Mental con su tradicional concentración frente a los jardines aledaños al Parlamento de Andalucía, en la que se ha reivindicado una mejor atención a estos enfermos y que ha finalizado con la tradicional suelta de globos.