miércoles, 4 de septiembre de 2019

Tokyo 2020: Organizaciones Antifascistas japonesas piden el boicot por el uso de a bandera del Sol Naciente




Al ser el símbolo militar imperialista japonés, se han cometido muchas atrocidades bajo ese estandarte. En China y Corea del Sur es considerada una gran ofensa, ya que para ellos es un símbolo de masacre y opresión. Grupos de extrema derecha, racistas e imperialistas la siguen usando en sus actos. Durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 los fans japones@s fueron advertid@s de no enarbolar la bandera porque podría causar problemas con l@s chin@s.

El comite olímpico japonés permite que la bandera del amanecer, que es el símbolo del Ejército Imperial Japonés durante la II Guerra Mundial y en su alianza con el eje (Alemania nazi y la Italia fascista) sea llevada al estadio olímpico

La bandera del Sol Naciente tal vez no te suene de nombre, pero seguro la has visto. Es usada popularmente en países occidentales para decorar objetos o lugares relacionados con Japón, debido a que su llamativo diseño cautiva con facilidad.

No obstante, utilizarla es un error en el que muchos caemos por ignorancia, pues hay una muy buena razón por la cual jamás deberíamos volver a usarla: la bandera del Sol Naciente sería el equivalente asiático a la esvástica nazi.

Irónicamente, a diferencia de la esvástica nazi que ahora está prohibida en Alemania, en Japón la bandera sí es utilizada hasta la actualidad, y pese a diversos llamados de autoridades internacionales a que deje se usarse, el Gobierno se ha negado a sacarla de circulación. Por lo mismo, en Japón es común verla.

Origen de la bandera

La bandera del Sol Naciente nació como una insignia de los Señores de Guerra de Japón en el siglo XVII. Luego, a finales del siglo XIX hasta 1945 fue el símbolo oficial del Ejército Imperial Japonés y la Armada Imperial Japonesa. Tras ello fue abandonada por unos años, pero en la década de los años 50 volvió a ser adoptada, y está siendo utilizada hasta hoy por la Armada.

La bandera consiste en un círculo rojo que representa el sol, y tiene 16 rayos. Hay dos variaciones de la misma: una en que el sol está al centro, y otra en que está más hacia la izquierda.

La diferencia entre ambas es que la primera (sol al centro) era utilizada por el Ejército Imperial, mientras que la segunda es usada por la Armada.




Masacres en la época colonial japonesa

La parte mala de la bandera justamente es que, al ser el símbolo militar imperialista japonés, se han cometido muchas atrocidades bajo ese estandarte.

Esto toca con mayor profundidad a China y Corea del Sur, pues en la época imperial japonesa, que se extiende desde fines del siglo XIX hasta el término de la Segunda Guerra Mundial en 1945, la nación nipona invadió a sus países vecinos.

Durante ese período colonial, conocido como Restauración Meiji, Japón expandió su imperio atacando a los otros países para anexarse territorio. Así fue como ocuparon Corea (en ese tiempo una sola) entre 1910 y 1945, Taiwán entre 1895 y 1945 y otros sectores de China hasta el fin de la segunda Guerra Mundial.

En ese tiempo, Japón usó prácticas imperialistas muy similares a las de la Alemania nazi. El Imperio de Japón operó con ideologías similares a las que propiciaron la invasión de Checoslovaquia y la Solución Final (nombre del plan nazi para el genocidio judío). Japón se había industrializado mucho antes que el resto de Asia y había desarrollado una fuerza militar formidable, con el objetivo de formar un gran imperio. Tras esta meta, estaba la creencia de que los japoneses eran una raza superior al resto de las etnias asiáticas, ya que su sociedad había avanzado ‘más allá de Asia’ mucho antes que el resto. Así, la administración japonesa no dudó en tratar a otros países asiáticos, como Corea, China y Filipinas, de la misma forma en que los nazis en Alemania trataron a los judíos.



Atrocidades que fueron cometidas en ese tiempo
La administración colonial japonesa atrajo a Japón a mujeres jóvenes de Corea y China con la promesa de darles educación y buenos trabajos, y al final las convirtió en "mujeres de compañía", que es un eufemismo para calificar a las esclavas sexuales para los oficiales del Ejército de Japón.
 
La Unidad 731, en China, era el equivalente al equipo de Josef Mengele (médico nazi que realizó brutales experimentos en presos del campo de concentración de Auschwitz), donde se experimentó en personas, en cosas como la vivisección (disección en un ser vivo) con anestesia para luego reimplantar los miembros y órganos, con el objetivo de desarrollar armas bioquímicas para el ejército japonés. La gente que sirvió como "muestra" para los experimentos eran llamados marutas, que se traduce literalmente como leña.

Otro hecho muy controversial es la llamada la Masacre de Nanking. Ésta ocurrió el 13 de diciembre de 1937, fecha en que, según relata la revista estadounidense Time, “las tropas japonesas capturaron la ciudad de Nanking, que en ese entonces era la capital de la República China liderada por Chiang Kai-shek, y comenzaron una campaña de matanza y aniquilación que para siempre será recordada como la "Violación de Nanking". Los informes reportan que hubo violaciones masivas y asesinato indiscriminado de civiles. Algunas estimaciones indican que el número de muertos ascendió a un cuarto de millón de personas.

Pese a ello, el incidente aún genera roces en las relaciones entre China y Japón. Los nacionalistas japoneses alegan que las estimaciones de las víctimas están infladas y que la mayoría de los civiles asesinados estaban resistiéndose a la ocupación japonesa. Hasta la actualidad, las páginas de los textos escolares de historia en Japón pueden incitar fuertes protestas en las calles de China. En ese entonces y ahora, la Masacre de Nanking continúa siendo uno de los hechos más oscuros del último siglo”, añade la publicación.

Estos son sólo algunos ejemplos de los horrores que sufrieron chinos, coreanos y otros países asiáticos durante la campaña imperialista japonesa a inicios del siglo XX.
 
Conflicto en la actualidad

Pese a que ya han pasado muchos años, los coreanos y chinos no han olvidado el pasado, por lo que el uso de la bandera del Sol Naciente continúa generando roces con Japón.
 
Incuestionablemente, en China y Corea el uso de estas banderas continúa siendo controversial, ya que son asociadas al imperialismo japonés. Por ejemplo, se les advirtió a los japoneses que no usaran esa bandera durante las Olimpiadas en Pekín 2012 (esto porque algunos uniformes deportivos de Japón incluyen el diseño del Sol Naciente). También uno de los obstáculos (aunque no el único) para que los barcos japoneses recalen en los puestos de Corea (del Sur) es que llevan izada la bandera del Sol Naciente.
 
Uno de los mayores problemas respecto a este conflicto entre naciones es que el Gobierno japonés se ha negado a responsabilizarse por sus acciones. Si le preguntas a jóvenes japoneses de 20 años sobre el tema, te dirán que no saben nada al respecto, y no estarán mintiendo, pues el Ministerio de Educación japonés ha estado omitiendo, o incluso distorsionando, estos hechos históricos en los textos escolares usados a nivel nacional. El Gobierno japonés les ha dicho a las mujeres "de compañía" sobrevivientes que están mintiendo, que simplemente eran prostitutas que se ofrecieron como voluntarias para la causa imperialista”.

Además, a día de hoy que es una tradición que los primeros ministros japoneses visiten el Santuario Yasukuni, que es un santuario que conmemora a los más de 2 millones de soldados caídos en las guerras, entre los que se encuentran 14 criminales de guerra condenados por el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente.