En muchas ocasiones las empresas se resisten, las Mutuas cómplices se alían con ellas y se oponen a asumir su responsabilidad y, lamentablemente es preciso acudir ante los tribunales para conseguir este reconocimiento y los costes asociados a esta enfermedad.
El titular del Juzgado de lo Social número 3 de Cartagena ha estimado la demanda de un extrabajador de Navantia entre 1974 y 2019, registrado como expuesto al amianto desde el año 1974 hasta 1989, y considera que la enfermedad que sufre y sus secuelas derivan de una enfermedad profesional por su exposición al amianto.
En virtud de esta condena, las prestaciones a abonar al extrabajador se calculan en más de 200.000 euros. Esta sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, es histórica, porque nunca se había conseguido en la Región de Murcia una indemnización tan elevada en un caso de denuncia por enfermedad secundaria a la exposición al amianto.
La empresa se opuso alegando que las funciones que realizaba el trabajador no suponían una exposición al amianto y planteó que la patología que sufría el recurrente no era como consecuencia de la exposición al asbesto, sino del «tabaquismo», además de presentar como empresas independientes a las diversas denominaciones que ha tenido la actual Navantia. La sentencia sostiene que el demandante sufrió una exposición al amianto continuada en el tiempo independientemente de sus hábitos personales o la denominación de la empresa.
