Los ciudadanos expresan su enfado y su impotencia en Moscú o en San Petersburgo mientras se multiplican las protestas y las detenciones por todo el país.
El jueves por la mañana, se respiraba un estado de desánimo en Moscú, mientras los rusos se hacían a la idea de que su presidente había lanzado una amplia ofensiva militar contra Ucrania. Unas horas más tarde, se pudieron ver por las calles las primeras protestas y las primeras detenciones.
Solo un día antes, Ucrania aconsejó a sus aproximadamente tres millones de ciudadanos que viven en Rusia que abandonaran el país inmediatamente, lo que ha trastocado la vida de muchos ucranianos en Moscú.
Sin aprobación popular
Antes de la invasión, ya había indicios de que los rusos se sentían incómodos con la decisión inicial de Putin de reconocer las dos repúblicas autoproclamadas en el Donbás.
El martes, Yuri Dudt, una de las estrellas mediáticas más populares de Rusia, dijo que "no votó por este régimen" y sus necesidades imperialistas y que se sentía avergonzado, en un post que recibió casi un millón de "me gusta" en 24 horas.
Un sondeo del centro independiente Levada, publicado este jueves, mostró que solo el 45% de los rusos estaba a favor de la medida de reconocimiento que precedió a los dramáticos acontecimientos de este jueves por la mañana.
Los gritos de rabia no solo se han dejado notar en las calles de Moscú, donde no se ha encontrado apoyo al asalto militar. La élite cultural y deportiva rusa, que suele apoyar firmemente a Putin y a la que el presidente suele recurrir durante las campañas electorales para recabar apoyo popular, también ha expresado su profunda preocupación por la invasión rusa.
Valery Meladze, probablemente el cantante más querido del país, ha publicado un emotivo vídeo en el que "ruega" a Rusia que detenga la guerra. "Hoy ha ocurrido algo que nunca debería haber ocurrido. La historia juzgará estos acontecimientos. Pero hoy, te lo ruego, por favor, detén la guerra". Por su parte, el futbolista ruso Fyodor Smolov (del club de fútbol Dinamo Moscú) ha publicado en su canal de Instagram el mensaje "¡¡¡No a la guerra!!!".
Los servicios de inteligencia estadounidenses advirtieron durante meses que antes de invadir Ucrania, Rusia se inventaría un pretexto importante. Al final, esto no ha sucedido, y los expertos creen que Putin ha decidido atacar sin contar con el apoyo de su electorado.
A Putin parece no importarle la aprobación en la calle. No está actuando como un político que necesita el apoyo del público, sino como una figura que mira a los libros de historia nacional y la que solo le importa la aprobación de los futuros historiadores y lectores, ha tuiteado Alexander Baunov, analista político del Centro Carnegie de Moscú.
El líder ruso parece haber sorprendido también a algunos de los oligarcas más destacados de Rusia, que han visto cómo se desplomaba su riqueza al hundirse los mercados financieros del país.
Medios de propaganda
En la televisión estatal rusa, la invasión se explicó como una misión defensiva destinada a preservar vidas rusas. "¿Qué sentido tiene un primer ataque a gran escala? Por muy extraño o cínico que suene, en realidad es humano porque permite a todos los presentes evitar una gran masacre. Al inmovilizar a Ucrania, se preserva la vida", dijo el experto Vladislav Shurygin en el programa Vremya Pokazhet del Canal 1 de televisión.
En otro canal, al presentar la noticia de la invasión, el presentador dijo que "Rusia ha iniciado una operación militar especial destinada a proteger a la población que durante los últimos ocho años ha sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev".
A medida que la noticia de la invasión se iba asentando, la gente en Moscú empezó a circular por Internet instando a los demás a "salir a pasear" este jueves por la noche, una frase utilizada para describir las protestas que han sido prohibidas desde el comienzo de la pandemia.
Pero en un país en el que un simple piquete de protesta puede llevarte a la cárcel, y que ha visto una represión sin precedentes de la oposición en los últimos años, sigue siendo una incógnita hasta qué punto los rusos podrán y estarán dispuestos a salir a la calle para mostrar su oposición al sangriento conflicto. Se ha observado una notable presencia policial en la Plaza Roja y la Plaza Pushkin, donde este jueves ha habido protestas y detenciones.
Según el monitor de protestas OVD-Info, más de un millar de personas han sido detenidas este jueves en las protestas contra la guerra que han tenido lugar en 46 ciudades rusas, en particular en Moscú y en San Petersburgo.
Para los ucranianos, la aparente oposición pública a la guerra y los mensajes de apoyo llegan demasiado tarde. Ya hay decenas de muertos y heridos, y el país se enfrenta a la amenaza de una invasión militar todavía mayor.