miércoles, 23 de febrero de 2022

Cárceleros de la prisión de Brians, detenidos en una operación antidroga






Los Mossos arrestan a 10 personas y Justícia traslada a 17 internos implicados al departamento de régimen cerrado. Los carceleros no son cacheados al entrar en el centro.

Una importante operación policial desarticuló ayer una red que presuntamente introducía droga en la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires. Fuentes conocedoras de la actuación aseguran que los Mossos han detenido a 10 personas, entre ellos tres carceleros y un empleado del Centre d’Iniciatives per a la Reinserció (CIRE). A raíz de la actuación policial, 17 reclusos fueron trasladados desde su celda al departamento especial de régimen cerrado. Los carceleros del turno de noche del centro penitenciario vieron retrasada su salida del recinto.


Los agentes que intervinieron en este operativo entraron en los domicilios particulares de los carceleros implicados, mientras que en el interior de la prisión empleados del centro efectuaron registros en 13 celdas de los módulos 1, 3, 4, 7 y 8, así como en la enfermería. Los Mossos, según fuentes penitenciarias, no participaron en los cacheos efectuados dentro de la cárcel, aunque si introdujeron perros en los vestuarios de los carceleros en busca de droga. Los policías tenían información de los reclusos que podrían estar participando en esta trama, desde fotos hasta documentación. En las celdas se han hallado teléfonos móviles con los que los presos comunicaban con el exterior. El juzgado de Martorell encargado del asunto ha decretado el secreto de las actuaciones.

Dos carceleros detenidos fueron abordados por los Mossos a primera hora en sus domicilios particulares cuando se disponían a acudir a la prisión para entrar en su turno de trabajo. Uno de ellos, una mujer, se incorporaba este martes a su puesto en la cárcel de Brians 2 tras varios meses de baja. El traslado de los reclusos al departamento especial indican a priori la existencia una red de distribución de drogas en el interior de la cárcel, con repartidores en los módulos más importantes. Fuentes de la investigación sostiene que los arrestados aprovechaban su condición de carceleros para entrar sustancias y entregarlas a los internos. A los carceleros detenidos se les registró también las taquillas. Los carceleros no son cacheados al entrar en el centro.

Las mismas fuentes penitenciarias recalcan que es una operación es “a gran escala” y lo que se pretende es desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de drogas. La Conselleria de Justícia estuvo al tanto del operativo y colaboró con el mismo registrando las celdas y el traslado de los internos implicados. Hacía un año y medio que el departamento estaba investigando. Cuando tuvieron indicios de delito lo comunicaron a los Mossos. La Generalitat eludió hacer comentarios ante el secreto de las diligencias judiciales.