miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tanto monta, monta tanto...




Tras unos meses de forcejeo con sus trabajadores, la Ejecutiva de la UGT Andalucía ha decidido despedir a 20 de sus empleados aplicándoles la reforma laboral que dicen combatir en las calles y contra la que llamaron a la ( farsa ) huelga general. Y lo ha hecho contra su propia sección sindical. El secretario general de la sección sindical de la empresa UGT-Andalucía, Francisco Serrano, dijo que lo que está sucediendo en la organización amarilla en Andalucía, embarcada desde julio pasado en un plan de ajuste laboral, es algo insólito hasta ahora en el "sindicato". La UGT es, para él, una patronal "casposa".

El representante de los  trabajadores de base del "sindicato" amarillo, entre los que no se incluyen los dirigentes, - faltaría más - se queja de que su "patronal", o sea, la comisión ejecutiva regional del "sindicato", "esté olvidando los principios de la organización" - si es que alguna vez los tuvieron - a la hora de aplicar reestructuraciones entre sus empleados por motivos económicos. "Te aplican lo más duro de la reforma laboral como si se tratase de la patronal más casposa de España", afirma el citado portavoz, que este martes se manifestó junto a decenas de empleados de la central sindical en la Calle Salado de Sevilla, a las puertas de la sede regional de UGT.

Al día siguiente a la huelga general del 14 de noviembre la dirección echó a la puta calle a 28 trabajadores fijos adscritos al programa de Fomento de Empleo, con 20 días por año trabajado, como establece la nueva norma laboral impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy para despidos objetivos. 
13 de ellos trabajaban en las dos sedes del "sindicato" en Sevilla, la regional y la provincial. Precisamente, la dirección sindical aduce causas objetivas para aplicar el ajuste ya que el programa de Fomento de Empleo habría finalizado.

El comité que representa a la plantilla de UGT-A ha puesto una denuncia ante la inspección de trabajo por presuntas coacciones a trabajadores para que acepten modificaciones en su contrato de trabajo, y denuncia que la dirección está negociando individualmente con los afectados evitando la negociación colectiva.