lunes, 15 de septiembre de 2014

Anarquismo Ilustrado: nuestros carteles



Autor: Gumsay
Editor: Juventudes Libertarias. Comité Regional de Cataluña
Año: 1936-1937

Anarquía, la máxima expresión de orden y libertad.

A diferencia de lo que muchos aún consideran, la anarquía es un sistema de verdadera libertad, orden y responsabilidad, en donde individuos conscientes e inteligentes conviven en armonía, sin necesidad de un órgano gobernante y de coacción. Lamentablemente, la imagen de la que hoy goza tal concepción de sistema no se acerca a la verdadera razón de una sociedad o sistema anarquista. La anarquía no es un grupo de gente violenta alzando consignas vulgares y destruyendo lo que a su paso se presente, por el contrario, es una forma de sistema que limita, reduce y en ocasiones suprime toda fuerza que promueva el totalitarismo, la violencia y la coacción de los individuos.

La anarquía, resulta un sistema favorable para aquellos que consideran innecesaria la presencia de órganos y burocracias que limiten la acción del individuo, convirtiéndoles en seres serviles e incapaces de realizar por si mismos toda actividad que les lleve a considerar el progreso individual e intelectual, va más allá de una simple rebelión y resistencia a todo expresión intelectual y filosófica.

Una de las mayores virtudes de la anarquía consiste en que al contrario del totalitarismo y la tiranía, que suponen diversas formas de gobierno y pensamiento ideológico, esta permite la sana convivencia entre individuos, que respetan la diversidad y aportan al progreso del resto de la sociedad, desde sus muy variados puntos de vista ideológicos.

Es posible que como concepto, la anarquía o el anarquismo suene casi a utopía, pero en la vida cotidiana puede materializarse de muchas formas. Por ejemplo: Los individuos que son capaces de convivir en armonía y respeto, no necesitarían un ente gubernamental que les diga qué hacer y qué no hacer, a donde ir, donde trabajar, donde divertirse, qué cosas leer, cuantos impuestos pagar, etc.

Es difícil imaginar una sociedad que necesite de poca o ninguna autoridad para funcionar como sistema organizado, lamentablemente muchos políticos y gente mal intencionada, promueve ideas que dan a entender una natural tendencia hacia el mal por parte de las masas, es decir, que las sociedades poseemos inclinaciones malignas y por lo tanto necesitamos de un brazo fuerte provisto de poder para guiarnos y decirnos lo que está bien o no, la pregunta es ¿Quién es lo suficientemente sabio para tomar tan determinante papel?

Es por eso que la anarquía no debe confundirse con un simple caos o un desorden intencional de la sociedad, la anarquía como pensamiento va mucho más allá de una teoría, es todo un sistema, una organización natural, pero que obviamente necesita de seres conscientes para funcionar con éxito, seres capaces de razonar y tomar decisiones por si mismos, seres independientes y libres que promuevan el valor de la libertad y el respeto frente a cualquier dogma o imposición totalitaria.

La anarquía es libertad en estado puro, no libertinaje barato, la anarquía es orden y respeto, no destrucción y violencia. No es correcto asociarla con individuos que cubren su rostro y violentan a sus semejantes, es mucho más que esto, es la capacidad de tener tanto respeto por el semejante que no se necesite de un palo o un arma para doblegar la voluntad de la gente.

Un día, la sociedad estará preparada para afrontar un concepto tan importante y eficaz como la anarquía, mientras ese día llega seguiremos viendo como las libertades son limitadas y los individuos coaccionados, las sociedades, pero ante todo los individuos debemos aprender a ser inteligentes y libres, este sería un gran paso hacia el sueño de: Anarquía, la máxima expresión de orden y libertad.