La "ejemplarizante" clase política y "sindical" española sorprende cada día con sus privilegios de “casta”. Mientras España se desangra - a 1,4 millones de hogares les han cortado la luz y la calefacción este invierno-, esta pandilla siguen viviendo en la abundancia y saqueando el dinero público. Mira por dónde nos fijaremos en el señorito cortijero del Partido Popular, Rafael Hernando.
Rafael Hernando ha sido denunciado por injurias a una asociación de víctimas de la guerra civil, entiénadase del fascismo, tras afirmar que "los familiares de las víctimas del franquismo sólo se acuerdan de ellos cuando hay subvenciones". Hernando, que se caracteriza desde hace años por sus continuas groserías y zafiedades en ese refugio de depredadores llamado Parlamento - una vez intentó incluso agredir a un colega de la oposición- . Rafaelito es un políticucho agobiado por sus continuos problemas personales, lo que le hace estar en un estado permanente de "violenta excitación".
Rafalín desarrolla su vida entre Guadalajara y Madrid, ya que sus compadres de Génova nº13 lo "colocaron" en Almería, donde ha adquirido una vivienda de "alto standing" ¡faltaría más! junto al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, acusado también de corrupción, con el presidente de la Diputación, que se hace llamar "Gabrielico" Amat por su peculiar dicción, y aunque parezca "extraño" acusado por varios delitos también por la asociación ciudadana AMAyT pese al caciquismo político, financiero y mediático, que impera en esta pequeña y olvidada ciudad de provincia.
Hernando contrajo nupcias con la concejala del Partido Popular en Alcobendas, Elisabetta Bracco, pero su relación se rompió. No así sus ingresos, dos sueldos públicos como concejal y diputado, lo que no les obstaculizó para pedir becas escolares, las mismas que le son denegadas a los hijos de los obreros, para sus hijos, pobrecicos, que no creemos que rocen la indigencia.
Y por si fuera poco, otro hijo del matrimonio Hernando-Bracco, siguiendo los pasitos de papá también ha sido denunciado por provocar destrozos en el inmobliario urbano de Alcobendas, así como por proferir insultos en internet: “Putos rojos” o “Viva Franco”, lo que ha provocado también una polémica en Twitter. Pues nada sigue así, Rafalín, mirando la paja en ojo ajeno, insultando a quienes tratan de recuperar la memoria de nuestros asesinados y torturados por ese ínfame regimen, que tanto parece caerte en gracia, que sumió a este país en un mar de tinieblas. Pero no se te olvide, elemento que eres todo un elemento, y por no caer a tu altura, que, con nuestr@s abuel@s no se mete ni Dios.
EL MILICIANO