viernes, 29 de noviembre de 2013

Crónica de la manifestación por la calles de Cádiz el 20 de Noviembre.


Poco antes de la 19:00h de la tarde comenzaron a concentrarse compañeros en la Plaza de las Flores, en su mayoría jóvenes, en apoyo a la convocatoria de la CNT-AIT y de las Juventudes Libertarias de Cádiz de manifestarse contra el fascismo y los nacionalismos, con el lema: "20-N NI FASCISTAS NI NACIONALISTAS CONTRA TODA AUTORIDAD"

Pocos después de la hora indicada dio comienzo la manifestación con un nutrido grupo de afiliados y simpatizantes que recorrieron varias calles de la ciudad sin ningún tipo de incidentes, aunque no por eso, dejó de estar bastante animada en todo momento, coreándose frases contra el fascismo y contra el nacionalismo.

El recorrido fue el mismo que en otras ocasiones, finalizado donde habíamos comenzado en la Plaza de las Flores, donde varios compañeros del SOV CNT-AIT Cádiz y del SOV de CNT-AIT Chiclana, tomaron la palabra, para hacer una crítica de la situación política y social de la actualidad, de los recortes sociales y laborales, así como del aumento de la represión y el recorte de la libertad de expresión y del derecho de manifestarnos y de actuar en defensa de nuestros derechos y de nuestras vidas.


También hubo un recordatorio en homenaje a Durruti, ese legendario compañero anarcosindicalista, ejemplo de lucha por la libertad y la revolución social, en el 77 aniversario de su muerte. Durruti, que lo dijo claro: "O revolución, o fascismo". Su asesinato por los fascistas, junto al de cientos de miles de compañeros que todavía están desaparecidos en enterramientos clandestinos, impidió la revolución y fue el preludio de 35 años de dictadura fascista, seguidos de otros 35 de "democracia" cuya descomposición está alentando el resurgir del fascismo.

Los anarcosindicalistas siempre hemos luchado contra el fascismo, por medio de la palabra si es posible, por todos los medios si nos obligan. El patrioterismo nos repugna, pues en la afirmación nacionalista van implícitas las fronteras y la sustitución de la lucha de clases por la guerra entre pueblos. Solo el internacionalismo obrero garantiza la paz entre pueblos, y ante el recrudecimiento de la ofensiva nacionalista, tanto española como catalana o andaluza, no vamos a permanecer impasibles, pues las fronteras son nuestra cárcel, y sólo derribándolas seremos libres.

Por la revolución, contra toda autoridad.