sábado, 15 de septiembre de 2018

"Recordando aliviaremos la memoria": Anarquistas en la CNT


Anarquistas en la C.N.T.

Nota: Este artículo está realizado por militantes de la F.A.I. y a la vez de la C.N.T. Nos creemos con derecho para hablar desde un plano anarquista de cosas no muy agradables que se están desarrollando alrededor de la C.N.T. Cualquier relación que se quiera ver como el que la F.A.I. controla, o intenta controlar a la C.N.T. debe ser descartada por ilusa. Nosotros seremos los primeros en denunciar y combatir cualquier imposición que se le quiera dar a la C.N.T. desde fuera y desde dentro si se quieren saltar sus acuerdos. Quede claro.


Llevamos varios años, quienes nos proponemos ser y actuar como anarquistas, padeciendo un mal dentro de nuestra casa común libertaria, o dentro de una de sus habitaciones, como lo queráis tomar. Desde diferentes medios comunicativos, incluso a veces desde los nuestros, se nos viene a culpabilizar a los anarquistas llamados ortodoxos de todo, o casi de todos los males ocurridos dentro del movimiento libertario y para recalcar más, dentro de la C.N.T.

Se dice que nuestra ortodoxia anula cualquier espacio para un debate interno. Algo a todas luces falso, como ejemplo está la conferencia de sindicatos celebrada en Villaverde por la C.N.T. donde los "ortodoxos" dejamos exponer posturas claramente antilibertarias y anticonfederales y no nos comimos a nadie ni le dimos capones ni nada parecido. Ahí está el periódico CNT plagado en los últimos años de escritos supercríticos contra los "anarquistas puristas" (como si se pudiera ser semianarquista o anarquista light) e incluso contra los acuerdos de la C.N.T. Calificar de dogma a la ideología anarquista y desde dentro de nuestro movimiento es ya parte de una jugada vieja, archiconocida y rastrera, pues se toman argumentos propios del ideario libertario para en un retruécano argumental dar al ideario ácrata por viciado, deformado o pasado de moda (como si el anarquismo tuviera que adscribirse a modas para seguir vivo). Llamarnos tradicionalistas es ya colarse; decirnos "guardianes" por el simple hecho de mantener una ética ácrata es buscar camorra de antemano. Llamar rancios a nuestros panfletos y debates, teniendo quien lo dice la posibilidad de hacer panfletos y debates "supermodernos" es ya puro mecanismo de tirar cualquier trabajo abajo y no aportar nada "novedoso" a cambio.

Quienes juegan a esto están jugando con nuestro movimiento, están sembrando discordia, la mayoría de las veces sin dar la cara, bajo seudónimos o amparados en no sabemos qué privilegios comunicativos ofrecidos por algunos medios libertarios. Enmierdar, simple y llanamente, es su lema preferido. "Finalidades que no se adaptan a la realidad circundante" es su último descubrimiento, y esto querrá decir que el comunismo libertario, finalidad de la C.N.T., es algo pasado de moda y añejo. Grandes "favores" hacen al ideario con estas pamplinas. "Tradicionalistas" nos llaman a quienes simplemente queremos mantener una organización en su justo punto revolucionario, sin dar pasos atrás, a pesar de que los hayan dado la mayoría de las organizaciones que hasta hace veinte años se llamaban revolucionarias. Vómitos nos producen algunos llamados confederales cuando se ríen porque se llame revolucionaria a la C.N.T.

Quizás haya sido un problema de ir dejando pasar demasiadas cosas, de callar en ciertas ocasiones por no empeorar la situación, de no querer romper la baraja para que no lo utilicen contra la C.N.T. Tal vez llegue el momento de "desenterrar las hachas de guerra" y mantener la verdadera tensión "anárquica" hasta cierto punto y lograr, entre otras cosas, que nuestros medios no sirvan para que desde dentro se socave a la organización anarcosindical o a todo el movimiento libertario. Ya está bien de que vengan a la C.N.T. para no sabemos bien qué, y todos a una nos pongamos en la C.N.T. (todos los que nos llamamos anarquistas y todos los que no) para que la organización mejore y vaya por unos cauces lógicos y salgamos del bache en el que nos encontramos. Si todas las energías que se emplean para tirar por tierra a los "puristas libertarios" o "ácratas ortodoxos" se emplearan para hacer organización y acción directa otro gallo cantaría. Sorprende que quienes por método nos acusan de ortodoxos, puristas y demás zarandajas un día se lleven un dinerito de la C.N.T. a su casa, se liberen por un sindicato del régimen, o simplemente desaparezcan del "espectro libertario". Mal vemos también el apoyo de algunos militantes "reconocidos" a estos elementos discordantes que en muchas ocasiones pasan a ser elementos indeseables. O nos ponemos las pilas o un día nos echerán de la C.N.T. por anarquistas. ¡Qué cosas veremos, Ignacio!

Grupo Tea
Periódico Anarquista "Tierra y Libertad, nº 167 
Junio 2002