jueves, 16 de diciembre de 2021

Grupo Moiras: ya disponible "La Madeja" VII




A un año de comenzar nuestra publicación, que estamos utilizando mayormente como medio de expresión de nuestro grupo de afinidad ante cuestiones que creemos preciso analizar a fondo, y contribuir así a que el movimiento libertario se forme y se posicione, queremos hacer conscientes a nuestros lectores de que no nos ha sido fácil llevarla adelante. 

Y sin embargo, seguimos con la misma ilusión de continuar con este y otros proyectos, como es el libro que hemos conseguido publicar gracias al apoyo de las personas que lo han adquirido en preventa o han hecho donativo solidario. Así que, la Madeja sigue, porque aún hay mucho lío que desmadejar, y mientras nos queden fuerzas y algo de tiempo para ello continuaremos entregas. Para entender este número, hacemos una conceptualización previa. 

Nos identificamos con el pacifismo y el antimilitarismo libertario, pero no con los de las doctrinas del rechazo a toda forma de violencia. Porque de siempre a las personas, los pueblos, las sociedades, se les ha enseñado el valor de la legítima defensa, lo cual creemos muy razonable. No es lo mismo llevar la ofensiva que defenderse; no es igual imponer una cultura de violencia como modo de vida y de relación con los demás, que trabajar por el diálogo, la convivencia y la cooperación, y recurrir a la violencia cuando ya no se puede hacer más por la vía pacífica; ni es lo mismo un ejército estatal o una guerra imperialista que una guerra de guerrillas revolucionaria. Es por eso que no aceptamos el maniqueísmo en el tema de guerra y mujer, ya que en ellas interviene como víctima y como combatiente. 

Pero sí hay que hacer importantes precisiones, y es que la mujer, primeramente, es víctima de la guerra, porque le es impuesta por la violencia del sistema patriarcal, y esto aun cuando fuera ella la que llevara la iniciativa del choque armado, pues se trata de una defensa legítima, cuestión de supervivencia. 

Y es en esa fase defensiva donde la mujer puede hacerse combatiente sin perder la condición de víctima, que mantiene a lo largo de todo el conflicto, por el propio hecho de la violencia que se ejerce sobre ella y que no deja de aumentar durante la guerra, sobre todo en la forma de violaciones, esclavitud sexual, prostitución, embarazos no deseados, abortos provocados, violencia sobre los niños…un tipo de violencia, la sexual, que las mujeres víctimas de la guerra, no utilizan contra los hombres. 

Tan importante es reconocer a las víctimas como tales, como reconocer su derecho a la autodefensa. 

Grupo Moiras A 

15 de diciembre de 2021 

Para leer: Madeja VII