jueves, 31 de mayo de 2018

Mientras la clase política va a lo suyo: más de un millón de mayores de 65 años que sobreviven bajo el umbral de la pobreza



Mientras la casta política  se zarandea en casos de corrupción y casoplones de lujo, aderezados con una u otra moción de censura o abrazando la mía más bonita que la tuya, todo tipo de banderitas...
 
España ha marcado de nuevo, un registro histórico de desigualdad: ha vuelto a superar la barrera del millón de mayores de 65 años que sobreviven bajo el umbral de la pobreza, es decir, que sus ingresos se sitúan por debajo de los niveles mínimos de subsistencia.

Entre 2014 y 2016 esa cifra pasó de 928.530 a 1.090.774, un aumento de 162.244 que revela una escalofriante cadencia de 1.560 casos semanales. El umbral de pobreza se sitúa oficialmente en 8.208 euros netos anuales por cabeza y en 17.237 para familias de dos adultos con dos menores de edad.
 
El primer dato supone una media de 684 euros mensuales que deja un margen de casi 600 euros con la pensión media de jubilación (1.080 euros mensuales, 1.260 con las extras prorrateadas) y de 400 con la de incapacidad permanente (940 y 1.096).

Que nuestros mayores sean hoy mucho más pobres que hace seis años, se debe a causas como a las subidas registradas por tributos como el IVA y el IBI y suministros como los de la luz y el gas, por primera vez la historia han tenido que pagar por sus medicamentos.
 
Ha subido todo menos las pensiones, que han perdido poder adquisitivo, y un simple resfriado supone ahora para los jubilados un gasto de 50 euros... ¿cómo se puede vivir con 600 euros al mes, teniendo que pagar agua, luz o teléfono?
 
La revalorización de las pensiones en un 0,25% ha supuesto para el Estado un coste de 200 millones, pero sólo el copago farmacéutico y el "medicamentazo" ha supuesto para el bolsillo de los pensionistas 5.500 millones.

Sin geriátricos ni personas sin hogar

Los datos del Gobierno, que contabilizan como ingresos de los hogares los de origen laboral o profesional, las prestaciones sociales, las rentas financieras e inmobiliarias y las eventuales devoluciones de impuestos, no incluyen a una parte de las personas de más de 65 años que sobreviven con rentas bajas, ya que la estadística solo afecta a los que residen en hogares. 

De estos datos, quedan excluidos dos colectivos importantes desde el punto de vista de la pobreza, como son los "sin techo", y las personas que residen en hogares colectivos” como geriátricos, señala en la respuesta. Los últimos trabajos del INE sobre sinhogarismo apuntan a una bolsa de casi 16.500 personas sin hogar, sin diferenciar por edad, mientras la red de geriátricos del país suma algo más de 360.000 plazas.