CNT-AIT INFORMA
CNT vs CNT-AIT. Crisis de identidad en el anarcosindicalismo español
Desde hace ya tiempo conviven en España dos organizaciones que comparten nombre, puesto que un día fueron una y la misma, pero cuyas trayectorias se han distanciado. Se trata de la CNT (que antes fuera CNT-AIT) y la CNT-AIT que ostenta el derecho a portar las siglas de la Internacional Anarquista, la Asociación Internacional de los Trabajadores.
Ha llegado el momento de dar conocer a sectores más amplios de la población las circunstancias que dieron lugar a esta división y que han generado la situación en que se encuentra el anarcosindicalismo en nuestro país hoy en día.
A grandes rasgos podríamos decir que la organización que hoy se denomina CNT inició su deriva centralista, jerarquizada y piramidal hace ya más de diez años. El propio sistema de voto proporcional de la CNT –por el que los sindicatos con mayor afiliación disponían de más votos a la hora de la toma de decisiones- facilitó grandemente este estado de cosas, ya que comenzaba por propiciar que fueran siempre los sindicatos de las grandes urbes los que sacaran a delante sus propuestas en detrimento de las propuestas de los sindicatos de localidades menores. Se completaba el sistema incrementando el número mínimo de afiliados necesario para constituir un sindicato, convirtiendo así a muchos que lo habían sido antes en “núcleos confederales” incapacitados para el voto y la toma de decisiones en el seno de la organización.
Esta CNT comenzó a organizarse de forma que se daba preponderancia a los comités, en lugar de las asambleas y de los tradicionales procesos estatutarios que garantizan la horizontalidad en la toma de acuerdos. Desde nuestra perspectiva, cuando los acuerdos emanados de estos comités o los acuerdos tomados por la fuerza del voto son de obligado cumplimiento para todos los sindicatos de la organización, estamos hablando de autoritarismo dentro de una organización que se denomina anarcosindicalista, horizontal e igualitaria. Estos comités expulsaron, desafiliaron y, en general, amargaron la vida a muchos sindicatos, de forma anti-estatutaria y, lamentablemente, nunca intentaron levantarlos nuevamente en los lugares que dejaron arrasados.
Cualquiera puede ver que, en la práctica, la CNT se ha ido convirtiendo cada vez más en un sindicato de servicios que busca incrementar continuamente el número de afiliados, una afiliación que no milite en la organización sino que se limite a cotizar y que, por medio de un gabinete jurídico contratado, se resuelvan sus conflictos –contrariando así la premisa anarcosindicalista de acción directa. A esto habría que añadir que los trabajadores de este gabinete técnico son contratados por CNT en forma de autónomos pero que, al trabajar en exclusividad y tener una iguala mensual, se convierten automáticamente en falsos autónomos, siendo realmente asalariados de la organización. Otras funciones dentro de la organización también son remuneradas, por ejemplo el trabajo dentro de la FAL (Fundación Anselmo Lorenzo de Estudios Libertarios) a través de la contratación de una cooperativa que no es más que un paraguas fiscal para esconder la contratación directa. No sabemos exactamente cuánta gente está viviendo exclusivamente de trabajar para CNT o para la FAL y no entendemos por qué CNT considera que no son “liberados sindicales”.
Sabemos que la FAL, organismo perteneciente a la CNT, contraviniendo otro de los principios anarcosindicalistas ha recibido ayudas estatales acordes a lo establecido en las bases reguladoras para la concesión de las subvenciones públicas del Ministerio de Cultura. Por esto entendemos que CNT no está en contra de las subvenciones visto que las percibe (véase por ejemplo este BOE https://www.boe.es/boe/dias/2007/07/05/pdfs/A29139-29141.pdf).
Y, aunque sea un asunto odioso, habría que hablar del desfalco económico que se viene produciendo en la CNT por parte de ciertos individuos para sus intereses personales: se pagan viajes y estancias en grandes hoteles e, incluso, hay acusaciones de que han existido robos directos a las cuentas de la organización por parte de secretarios. A esto hay que añadir otra forma de desfalco, por medio de las contrataciones de sus propias empresas que facturan de forma elevada sus trabajos, tanto da que sea en la realización de material audiovisual como en la reforma de locales.
Esta forma de funcionar ha hecho que se malgaste casi todo el fondo de jurídica y pro-presos, destinado en un principio a ser una caja de resistencia y de apoyo a presos y que ahora se ha usado para “liberar sindicalmente” a gente. Otro fondo que se ha malgastado y prácticamente ha desaparecido es el de patrimonio, que debería haber se destinado a ayudar a los nuevos sindicatos a tener un local pero que nunca se utilizó para este fin.
Para terminar de explicar esta deriva nos falta hablar de la AIT. En las últimas décadas la CNT, o más bien sus comités, han estado boicoteando de forma continuada a esta internacional, entablando relación con otros sindicatos al margen de la AIT para constituir una internacional paralela, queriendo imponer un sistema de votación para la toma de acuerdos que haría a la AIT dependiente de las decisiones de solamente tres Secciones o bloqueando el dinero de las cuotas que se aporta a la AIT a espaldas de los propios sindicatos de la CNT. Hasta que estas actuaciones desembocaron en la expulsión de la CNT de la Asociación Internacional de Trabajadores.
Parece extenso, pero no es más que un resumen ya que, por estas prácticas y por muchas otras, es por lo que varios sindicatos decidieron federarse entre sí al margen de la CNT, rompiendo toda relación con ésta y constituyendo la CNT-AIT, organización anarcosindicalista adherida a la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) y que en sus principios y prácticas es afín a y coherente con los ideales y principios anarquistas.
Toda esta situación habría podido seguir pasando desapercibida para la clase trabajadora en general, de no ser por la última ocurrencia de los muy ejecutivos comités de la CNT: demandar a varios sindicatos de la CNT-AIT por el simple hecho de existir y de realizar acción sindical y social, amparándose en la excusa legal de un “uso fraudulento de siglas y dañar su imagen y expansión”. También ha demandado al Ateneo Libertario de Albacete, entendemos que por tener estrecha relación con CNT-AIT Albacete ya que hasta comparten local, y ha demandado de forma nominal a varios compañeros anarcosindicalistas de Cádiz. Estas demandas no sólo buscan la desaparición de organizaciones anarcosindicalistas, piden también una indemnización de 50.000€ a cada sindicato demandado y a los compañeros de Cádiz, lo que puede representar graves dificultades para los compañeros y compañeras anarcosindicalistas que no pudieran asumir esta cantidad.
Desde nuestra perspectiva resulta increíble que una organización que se denomina anarcosindicalista acuda a los juzgados para atacar, por medio del aparato represivo estatal, a otros sindicatos anarcosindicalistas por el simple hecho de existir. Y nos hace plantearnos en qué bando se coloca CNT en esta lucha de clases.
Creemos que es una cuestión de ética anarquista el poner estos hechos en conocimiento de toda la sociedad.
Son sindicatos de la CNT-AIT los siguientes:
CNT-AIT Albacete
CNT-AIT Alcoy
CNT-AIT Almería
CNT-AIT Cádiz
CNT-AIT Chiclana
CNT-AIT Elda
CNT-AIT El Vendrell (núcleo de Tarragona)
CNT-AIT Granada
CNT-AIT Guadix (núcleo de Granada)
CNT-AIT Lanzarote
CNT-AIT La Plana
CNT-AIT La Puebla
CNT-AIT La Safor
CNT-AIT Lugo
CNT-AIT Madrid (sindicato de construcción y madera)
CNT-AIT Marina Alta
CNT-AIT Reus (Núcleo de Tarragona)
CNT-AIT Sagunto
CNT-AIT Tarragona
CNT-AIT Torrelavega
CNT-AIT. Comité de Gestión.
Granada, 30 de abril de 2018