Los historiadores mienten. Antonio Martín Escudero, mal llamado el Cojo de Málaga, no fue un asesino en serie, ni un ladrón, como explica la Historia Sagrada de la burguesía; sino un destacado militante anarquista: el durruti de la Cerdaña. Durante nueve meses se desarrolló en la Cerdaña una profunda experiencia libertaria. Demostramos que Martín fue asesinado en una emboscada preparada por sus enemigos en el puente de Bellver. Documentamos que la lista de las víctimas fusiladas en la matanza del 9-9-1936 no fue elaborada por los anarquistas, sino por los nacionalistas de ERC. Como escribía Orwell en su novela 1984: “Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado”.La historia es un combate más de la guerra de clases en curso. A la historia de la burguesía oponemos la historia revolucionaria del proletariado. A las mentiras se las derrota con la verdad; a los mitos y a la leyenda negra con los archivos.