Agentes de la Guardia Civil cerraron un bar y, al mismo tiempo, confinaron a los clientes dentro. Obligaron a todos los presentes a apagar los teléfonos móviles, "deleitaron" a los presentes con el himno falangista "Cara al sol" y pusieron balas en la boca de los clientes, exhibieron sus armas reglamentarias, ... la guinda final, la puso uno de los dos abrazando e intentando dar un beso a la propietaria del bar diciéndole frases como "eres mía".
Dos agentes de la Guardia Civil se enfrentan a peticiones de dos años de prisión y dos años de inhabilitación por un presunto delito de coacción abusando de su cargo público. Según el texto de la fiscalía, los hechos sucedieron el año 2013 en un bar de Carrizo de la Ribera (León) cuando estos dos agentes cerraron un bar y, al mismo tiempo, confinaron a los clientes dentro del establecimiento durante casi cuatro horas.
El cierre del bar se produjo hacia las 2:00h de la madrugada, cuando la propietaria del local estaba cerrando la terraza. Una vez dentro, los dos agentes hicieron saber que allí "mandaban ellos" y que "no se movía nadie" y obligaron a todos los presentes a apagar los teléfonos móviles. Los agentes no se detuvieron y se sirvieron varias bebidas y pincharon varias canciones, entre ellas el himno franquista Cara al sol.
El cierre del bar se produjo hacia las 2:00h de la madrugada, cuando la propietaria del local estaba cerrando la terraza. Una vez dentro, los dos agentes hicieron saber que allí "mandaban ellos" y que "no se movía nadie" y obligaron a todos los presentes a apagar los teléfonos móviles. Los agentes no se detuvieron y se sirvieron varias bebidas y pincharon varias canciones, entre ellas el himno franquista Cara al sol.
Balas en la boca de los clientes
En un momento dado, los dos guardias civiles exhibieron sus armas reglamentarias y vaciaron los cargadores sobre la barra del bar. Una vez las armas estaban descargadas, obligaron a varios clientes a introducirse las balas en la boca a o su bebida.
El abuso de autoridad de los dos agentes no acaba aquí, ya que uno de los dos abrazó e intentó dar un beso a la propietaria del bar diciéndole frases como "eres mía". Todo acabó a las 5:45h de la madrugada, según explica el relato de la fiscalía. El juicio empezará el próximo 28 de enero en el juzgado de lo penal número 1 de León.